Un falso médico griego consiguió durante años engañar a más de 80 pacientes

Toda Grecia está sorprendida desde que las autoridades policiales han mostrado a través de los medio de comunicación el nombre y la foto de un falso doctor griego al que la Fiscalía de Atenas acusa, con pruebas, de homicidio, fraude, tráfico de drogas y negligencia médica. Nada más publicar la policia su foto y nombre verdadero «por la necesidad de proteger a la sociedad en su conjunto de la acción penal del acusado, para facilitar la investigación de cualquier otro acto criminal contra otras víctimas » se han registrado más casos, superándose los ochenta que están siendo investigados por la policía griega estos días.

Se trata de un hombre de 47 años, que se presentaba como Nikolaos Kondós (aunque su nombre verdadero es Nikolaos Kondostathis, que desde el 2016 se presentaba a las familias de pacientes graves, la mayoría con cáncer avanzado, como su salvador. Las autoridades griegas le han detenido a las afueras de Atenas, cerca de la pequeña ciudad de Koropí, tras las denuncias de los familiares de un joven de 16 años, una chica de 14 y un hombre de 76. No solo convenció a las familias para que los pacientes dejaran los tratamientos y protocolos médicos que seguían, sino que consiguió que le pagaran grandes cantidades de dinero por ocuparse de ellos. Parte del tratamiento inventado por este falso doctor incluía preparaciones especiales con cannabis.

El hombre conseguía convencer a los familiares de estos enfermos gracias a las recomendaciones de monjes y monjas de distintos monasterios ortodoxos griegos, afirmando ser un especialista en tratamientos cancerígenos o un neurocirujano en Suiza. En sus tarjetas figuraba el título «Director del Instituto Naturista Hipócrates», y su nombre como «Nicholas Kondos M.D., N.D., PhD. Neurongologist, Neurosurgeon and Naturopathic Doctor», es decir neurooncólogo, neurocirujano y doctor naturista. Mencionaba que su familia era pudiente, que su mujer era hija de un importante armador (aunque de hecho era albanesa) y que tenía tratos no solo con muchos monasterios en Grecia, sino también con la familiar real de Arabia Saudita, con el Patriarcado Ortodoxo griego de Constantinopla, con la CIA, con las Fuerzas Armadas Griegas y hasta con el Vaticano, todo ello inexacto.

Tras las acusaciones por los familiares de los tres primeros casos que le denunciaron el año pasado, la policía comenzó a investigar y descubrió este año que había firmado un cheque con su nombre falso, Nikos Kondos, para pagar el colegio privado de sus hijos. Tras continuar las investigaciones tras las tres denuncias y con el testimonio de un médico de una clínica privada ateniense con la que quiso colaborar (el médico vio que ni siquiera conocía el protocolo sanitario para entrar en un quirófano y que no quería presentar sus diplomas médicos) fue arrestado y se descubrió que desde 2012 no hacía declaraciones de Hacienda, que no tenía tarjetas de crédito (algo común en personas que no declaran sus ingresos) y que tenía pendiente una denuncia con prohibición de abandonar el país pendiente desde 2016 por estar acusado de haber engañado a un empresario .

Su forma de trabajar era siempre la misma: conocía por recomendación personal de algún monje la familia de un paciente muy enfermo, durante meses le hacía seguir un tratamiento especial con preparaciones de plantas, les pedía que se hiciera una resonancia magnética en centros de diagnóstico privados y siempre se reunía con ellos… en cafeterías o en hoteles. Ahora, tras las denuncias provocadas por la publicación de su foto, se están investigando los nuevos casos presentados en los que siempre había pagos por cantidades importantes por parte de los familiares, superando en muchos casos los 20.000 euros.