La exedil de Ecología de Palma comparecerá ante el juez por el vertido puntual de aguas fecales a la bahía
La investigación se inició en el pasado mandato, en el que Neus Truyol era la presidenta de la Empresa Municipal de Aguas y Alcantarillado
La expresidenta de la Empresa Municipal de Aguas y Alcantarillado (Emaya) y actual edil del Ayuntamiento de Palma, Neus Truyol, de MÉS, deberá comparecer el próximo 14 de febrero ante el juez en calidad de investigada —equivalente a imputada— por su supuesta responsabilidad en el vertido puntual de aguas fecales a la bahía palmesana. Según la Fiscalía, dicha actuación podría constituir un presunto delito medioambiental.
Las indagaciones vinculadas a este caso fueron iniciadas hace dos años por el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil, a raíz de la denuncia de un particular. En aquel momento, Truyol era la presidenta de Emaya y además también la teniente de alcalde de Ecología, Agricultura y Bienestar Animal del consistorio palmesano, en el que gobernaba un tripartito conformado por el PSOE, MÉS y Podemos . El alcalde desde 2017 era el ecosoberanista de MÉS Antoni Noguera, que había relevado al socialista José Hila, quien había sido el primer edil los dos primeros años de la pasada legislatura.
Tras las elecciones autonómicas y municipales de mayo del pasado año, el citado tripartito volvió a reeditar su pacto en Palma, con la diferencia de que Hila será ahora el alcalde a lo largo de los cuatro años de este nuevo mandato, mientras que el presidente de Emaya será el socialista Ramón Perpinyà. En cuanto a Truyol, en la actualidad es la regidora de Modelo de Ciudad, Vivienda Digna y Sostenibilidad del Ayuntamiento de Palma. Además de Truyol, el próximo 14 de febrero deberá comparecer también ante el juez la antigua gerente de Emaya , Imma Mayol. Asimismo, tres técnicos de la citada empresa municipal declararán un día antes, el 13 de febrero.
Un caso complejo
El llamado «caso Emaya» está siendo conducido por el Juzgado de Instrucción número 12 de Palma. Para entender el contexto de la actual investigación judicial, cabe recordar que desde hace décadas se han llevado a cabo vertidos puntuales y controlados de aguas mixtas —pluviales y residuales— en la bahía de Palma, sobre todo en verano, cuando a causa de algunas tormentas estivales la depuradora de la capital balear no ha podido seguir absorbiendo todo el agua que le llegaba desde distintos puntos y ha sido necesario dar una salida a esa situación.
Una de las peculiaridades de las canalizaciones subterráneas del casco antiguo de la capital balear es que transportan al mismo tiempo aguas de lluvia y aguas fecales, por lo que los mencionados vertidos puntuales a la bahía palmesana han sido siempre de aguas mixtas. Las playas afectadas han sido normalmente dos, Can Pere Antoni y Ciudad Jardín . La pauta de actuación desde hace décadas viene siendo siempre la misma. Así, tras cada vertido puntual, ambas playas suelen permanecer cerradas varias horas, hasta que las analíticas que se llevan a cabo con posterioridad no garantizan que vuelven a ser aptas para el baño.
Nueva depuradora
Para evitar esos vertidos de aguas mixtas en el futuro, Emaya prevé crear un depósito de laminación, con una capacidad de almacenamiento de unos 50.000 metros cúbicos de agua . Además, también está previsto construir un colector interceptor, que será una tubería de dos metros de diámetro que transportará las aguas mixtas desde el centro de Palma hasta la actual depuradora. Por otra parte, a medio plazo se contará con otra depuradora, que será una obra que ejecutará el Gobierno central.
En cualquier caso, en el pasado mandato se tomaron ya varias medidas desde Emaya para intentar solucionar el problema de los vertidos al mar. Por una parte, en 2017 se recuperó el llamado canon de saneamiento, para poder disponer de fondos específicos para el mantenimiento de la depuradora y para poder hacer inversiones en ese mismo ámbito. Por otro lado, se licitaron y adjudicaron las obras de construcción del depósito de laminación y del colector interceptor, por un importe total de 22,3 millones de euros, a los que habría que sumar 2,5 millones más por otros proyectos en esa misma línea de mejora.
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