«Este Papa habla como un sacerdote de parroquia»

Durante su visita a Lesbos, el Santo Padre se paró ante cada niño, colocando su mano sobre cada cabeza y habló con muchos de ellos

Un hombre saluda al Papa en su visita a Lesbos AFP

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Menudo cambio. Esta mañana a las siete y media el Papa Francisco abandonó la Nunciatura Apostólica en el coqueto barrio residencial de Paleo Psijicó, a las afueras de Atenas, para ir al aeropuerto y viajar unas horas a la isla de Lesbos. Ya la había visitado en abril de 2016, cuando la crisis migratoria había 'inundado' varias islas del Mar Egeo vecinas a la costa turca de inmigrantes. Hoy todo es diferente: le esperaban en el aeropuerto de Mitilene la presidenta de la República helena, Katerina Sakelaropulu, quien le había invitado oficialmente al país y le había recibido con honores ayer en el Palacio Presidencial. Con ella a pie de pista, el obispo ortodoxo de Lesbos, monseñor Iakovos y el católico, monseñor Nikolaos Prindesis, así como otras autoridades. Y no hubo ninguna manifestación en contra de esta visita en la isla.

En pocos minutos ya estaban en el Centro de Acogida e Identificación de la isla, un centro nuevo tras el incendio del campamento de Moria que el Pontífice visitó en 2016. Ahora, como destaca su Director, Dimitris Vafeas, el nuevo campamento de Mavrovunio está formado por casitas prefabricadas con electricidad, está limpio, ya no se inunda y reina el orden . Y en este recinto vallado pero que permite salidas y entradas hasta la noche se encuentran ahora mismo 2.193 personas, incluyendo niños, con un proceso de solicitud de asilo mucho más rápido.

La televisión estatal griega mostró en directo toda la visita : la llegada del Papa al aeropuerto, el saludo de las autoridades comenzando por la presidenta, su fraternal abrazo con monseñor Iakobos, el obispo Ortodoxo de Mitilene, su desplazamiento al cercano campamento en un pequeño Fiat blanco (el Papa había solicitado en su viaje a Grecia no tener limusina blindada sino un pequeño Fiat a su disposición). Al Pontífice acompaña como una sombra su intérprete personal en esta visita, un franciscano.

En el campamento fue recibido por su director, Dimitris Vafeas, y pudo visitarlo, hablar con familias y saludar a quienes quisieron estrecharle la mano, aunque la mayoría preferían sacarle fotos y vídeo con sus móviles. Muchos gritaban «Te queremos» y «Bienvenido» en francés o en inglés, ya que entre la población inmigrante hay muchos católicos de Irak y de varios países africanos como la República del Congo. El Santo Padre se paró ante cada niño, colocando su mano sobre cada cabeza y bendiciéndole y habló con muchos de ellos.

Después, bajo una gran tienda de campaña utilizada para distintas actividades del campamento, discursos oficiales de la presidenta de la República, que destacó la emoción de la visita «en un lugar que se identifica con el drama de los refugiados» y donde la situación ha mejorado mucho, recordando que los habitantes de la isla han demostrado tener comprensión y solidaridad, «esperando que Europa haga lo mismo». Con atención escuchaba Margaritis Schinas, el vicepresidente (griego) de la Comisión Europea. También hicieron cortos discursos otras autoridades, entre ellas el ministro de Migración, Notis Mitarakis. Y hubo varios testimonios personales, como el de Len Richard, un voluntario británico de la comunidad católica de la isla, así como el de Christian, un inmigrante congolés que está en la isla desde finales de 2020 con dos de sus hijos, habiendo dejado en su país a su esposa con otro hijo. Y muchos cantos de la comunidad africana, que entregaron un álbum al Papa con dibujos y relatos de niños y sus familias.

Muy limpio y organizado

Las impresiones de este corto viaje a Lesbos son todas positivas, comenzando por los empleados y voluntarios del campamento . «Una visita así es siempre fuente de satisfacción: el campamento se convierte en foco de interés, se habla de los refugiados que llegan a Grecia literalmente en el mundo entero, se reconocen las mejoras actuales y nuestro trabajo» comenta Panagiotis, un empleado que prefiere seguir en el anonimato. Katerina, voluntaria, está contenta: «No es casualidad que se terminaron de instalar todos los prefabricados y llegó la electricidad a cada uno de ellos hace pocos días, además se han terminado las obras para evitar las inundaciones por las lluvias y esto está ahora muy limpio y organizado. Pero lo mejor es que todo el mundo, griegos y extranjeros, pueda ver las caras de estas personas que llegaron aquí por necesidad, les pierden el miedo». Y Katerina también comenta que los inmigrantes que esperan obtener el estatus de refugiados están contentos: esta visita les da reconocimiento y esperanza y no olvidan que en la anterior del Papa tres familias sirias (doce personas en total) obtuvieron asilo y viajaron en el avión del Papa. Hoy se sabe que esto no ocurrirá, pero la televisión mostró muy de cerca las caras sonrientes y emocionadas de quienes saludaban al Papa, y también de quienes le acompañaban en un ambiente cercano y sorprendentemente alegre, porque para los niños hoy es una fiesta.

«¿Viste como saluda al obispo ortodoxo? Como un hermano, como un igual» (tres besos y esta vez con otro más a la Cruz que llevaba el Obispo), comenta doña Sofía, una ateniense mayor delante de su televisor. El mito de la enemistad entre católicos y ortodoxos se va desvaneciendo en Grecia, donde los católicos son minoría (menos del 1 por ciento) y sus colegios, a los que tienen acceso también los niños de familias ortodoxas, son de los mejores. Y el discurso del Pontífice, en italiano con traducción simultánea, llegó a todos, un discurso sencillo, fácil de entender, cercano. «Este Papa habla como si fuera un sacerdote de una parroquia», comenta sorprendido Filipos, que se esperaba un discurso muy solemne y pomposo.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación