El documento del Papa sobre los abusos en la Iglesia, en cuatro claves
Impone denunciar a los obispos encubridores ante la instancia eclesiástica superior
La nueva normativa del Papa, que cambia la ley del silencio en la Iglesia sobre los abusos sexuales , por la obligación de denunciar todos los casos tiene varias claves:
-Oficina y metropolitano
Cada diócesis debe abrir una oficina, conocida del público, para recibir denuncias, que transmitirá de inmediato al Vaticano. Normalmente, dirigirá la investigación el arzobispo metropolitano, con la ayuda de laicos expertos en medicina, psicología, análisis de móviles y ordenadores, etc. Si el denunciado es el arzobispo, investiga el obispo más antiguo.
-Obispos encubridores
Se establece la obligación de denunciar a los obispos encubridores. Quienes no sean diligentes en la investigación de abusos terminarán ellos mismos siendo investigados por encubrimiento, un delito tratado a igual nivel que el de abuso en estos protocolos. La denuncia del propio obispo puede hacerse a otra diócesis, a la nunciatura o a Roma.
-Cercanía a las víctimas
El refuerzo de la responsabilidad del arzobispo metropolitano responde a la conveniencia de que la investigación se haga cerca de las víctimas, de los testigos y de los abusadores . Como Roma no puede supervisar a 5.100 obispos, la provincia eclesiástica recupera la responsabilidad perdida en los últimos siglos.
-Denuncia a las autoridades
Se considera obispo encubridor al que omita «las obligaciones establecidas en cada lugar por las leyes en cada lugar por las leyes estatales, en particular las de informar a las autoridades competentes». Se invita a las víctimas y a todos a denunciar a las autoridades civiles, pero sin imponer obligaciones superiores a la ley del país.
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