Descuento en un restaurante italiano por buen comportamiento de los niños
El propietario: «Es un premio a los padres bravos». Un gesto que contrasta con otros restaurantes que prohíben la entrada de niños
«Descuento por niños educados»: 13.05 euros. Así se especificaba en la factura del restaurante enoteca Antonio Ferrari de Padua , en el norte de Italia. La noticia ha llamado poderosamente la atención a los italianos, comenzando por seis adultos que, en compañía de cinco niños en edades comprendidas entre los 4 y 6 años, comieron en este local. El importe total del recibo fue de 262,95 euros, por degustar algunas excelencias gastronómicas y los vinos de una buena enoteca. Se les aplicó un descuento del 5 % ante la sorpresa de los comensales, que quisieron corresponder dejando una propina bastante insólita en Italia a los camareros: 30 euros. Con enorme satisfacción, el propietario Antonio Ferrari colocó el recibo en Facebook, subrayando en amarillo «descuento por niños educados», escribiendo una simple frase: «Esto sucede tan raramente…». Al diario «Il Mattino» de Padua explicaría después: «Lo hago para premiar a los bravos padres y os garantizo que esto no sucede a menudo».
Comportamiento de los niños
La enoteca Antonio Ferrari es uno de los locales más frecuentados del centro histórico de Padua. Ahora ha adquirido relieve nacional, porque su gesto ha sido muy comentado en los medios informativos. «He copiado la idea de un local de Miami, donde estuve hace pocos meses de vacaciones», aclaraba Ferrari al «Corriere», añadiendo: «Fue un espectáculo estupendo ver cómo se comportaban los niños, con gran serenidad, hablando entre ellos y dibujando todo el tiempo con sus lapiceros».
No suele ser muy habitual. Es más normal que los niños metan bulla, como reconoce el propio Antonio Ferrari al Mattino: «Desde que comenzamos a tener abierto los domingos para la comida, el problema de los niños maleducados ha surgido con toda su gravedad : corren por todas partes, tiran por el suelo el pan, chocas con ellos mientras los camareros sirven entre las mesas. A menudo es realmente difícil trabajar en estas condiciones». A pesar de todo, Ferrari se muestra comprensivo con los padres de niños revoltosos: «Soy consciente del hecho de que es difícil ser padres. No se puede decir a todo que no y crecer a los hijos con permanentes prohibiciones, pero cuando se está en medio de otra gente es necesario enseñar el respeto. Por esto decidí hacer el descuento del 5 por ciento a quien logra que sus hijos se comporten bien: Es un premio a los buenos padres».
Prohibición entrada de niños
Contrasta profundamente la actitud de Antonio Ferrari con la que mantienen otros restaurantes italianos, que han prohibido la entrada de niños. Es el caso del local romano «La Fraschetta del Pesce» , que colocó a su entrada un cartel con este texto que creo notable polémica: «A causa de episodios desagradables debidos a la falta de educación, en este local no es bienvenida la presencia de niños menores de 5 años, así como el ingreso de cochecitos por motivos de espacio». El cartel recibió numerosas críticas.
Son dos ejemplos que lógicamente han levantado revuelo. Cabe esperar que se imponga y se generalice la noticia del restaurante Antonio Ferrari de Padua con su descuento y premio a la buena educación de los niños y a sus padres bravos.
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