Lo que debes saber de los alimentos congelados y que te puede ayudar a no desperdiciar comida
El organismo británico encargado de la seguridad alimentaria (FSA, en sus siglas en inglés) lanza una serie de consejos destinados a desmontar algunas falsas creencias y ayudar a los consumidores a sacar partido al congelador a
El frigorífico puede ser una herramienta muy útil para no desperdiciar comida y evitar un derroche que, en España, alcanza los 7,7 millones de toneladas de alimentos , según un estudio de 2010 de la Comisión Europea. Lo que la sitúa como el séptimo país europeo que más comida desperdicia después de Reino Unido (14,4 millones de toneladas), Alemania (10,3 millones de toneladas), Holanda (9,4 millones de toneladas) Francia (9 millones de toneladas) Polonia (8,9 millones de toneladas) e Italia (8,8 millones de toneladas).
Un dato más: entre un 30% y un 50% de los alimentos sanos y comestibles a lo largo de toda la cadena alimentaria se podrían aprovechar en lugar de convertirse en residuos. Los más derrochadores, siempre según este estudio, los hogares.
Para evitar todo lo anterior, la Agencia de Seguridad Alimentaria de Reino Unido (FSA, por sus siglas en inglés) intenta desmontar contra algunas creencias que nos hacen desperdiciar más comida de la necesaria, informa BBC Mundo:
Por ejemplo, este organismo desmiente que los alimentos sólo se puedan congelar el día en que se compran . Es posible, aunque siempre que sea antes de su fecha de caducidad. El problema vendría si se te olvida congelarlos y llega la fecha de caducidad. Desde FSA han pedido que se piense en el congelador como un «botón de pausa», que nos permite más tiempo para consumir alimentos.
Una vez fuera del congelador los expertos han aconsejado descongelar despacio en la nevera durante la noche, por emeplo, para reducir el riesgo de que crezcan baterías dañinas . De tal forma que se eviten temperaturas cálidas, que activen las bacterias. Si no, ha apuntado el director de Política de la FSA, se pueden descongelar en el microondas asegurándose de que no queden partes frías en medio.
Otra creencia muy extendida es aquella que sostiene que n o se pueden volver a congelar aquellos alimentos, que ya habían sido descongelados con anterioridad . Esto se basa en que puede dar lugar a problemas digestivos, por la multiplicación de las bacterias.
La clave estaría en v olver a cocinar los alimentos , para evitar sorpresas. Desde la FSA, creen posible cocinar una carne descongelada anteriormente para un plato anterior. En todo caso, hay que cocinar cada ingrediente a elevada temperatura ya que el calor extremo mata las bacterias. Además de esperar un rato a que se enfríe antes de meterlo otra vez en el congelador.
En caso contrario, si todavía está caliente, puede incrementarse la temperatura del congelador. Una vez descongelados los alimentos pueden guardarse en la nevera 24 horas . En resumen, antes de volver a congelar siempre es aconsejable cocinarlos antes. Según el organismo británico, los alimentos descongelados se estropean de la misma forma que los frescos.
Lo que se puede o no congelar
Tampoco se pueden congelar todos los alimentos. Sí, la fruta, los chiles, las papas o el pan, según la organización británica contra el desperdicio de alimentos «Love food, hate waste ». Esto incluye a los frutos sectos, la leche o la harina. Incluso el queseo, aunque con la excepción del queso blando porque la textura quedaría rara.
En cambio no se recomienda congelar, por ejemplo, las salsas que lleven huevo, el kétchup, la lechuga y las hierbas , así como algunas frutas con alto contenido líquido como el pepino o los tomates. En el caso del arroz, ha informado la FSA británica, este se debe consumir nada más cocinarlo. Si sobre un poco, hay que enfriarlo rápido, ponerlo en la nevera o congelarlo si este se va a consumir al día siguiente . Eso sí, antes de consumirlo después de congelarlo se aconseja calentarlo hasta la ebullción antes de consumirlo.
De igual modo, resulta erróneo que una vez en el congelador haya que consumir los alimentos lo más rápidamente posible . En concreto, según la Agencia de Seguridad Alimentaria de Reino Unido, las bacterias sobreviven en su mayor parte a la congelación pero se tornan inactivas debido a las extremas condiciones . Esta es la razón por la que los alimentos pueden almacenarse en un congelador durante largos periodos de tiempo.
Lo que sí puede empeorar con el tiempo es el sabor y la textura debido al daño que producen los microcristales , que se forman al congelarse el agua que contiene los alimentos. En concreto, el FSA ha recomendado consumirlos «entre los tres y seis meses» después de haberlos congelados, aunque depende de las instrucciones. Eso sí, pasado este periodo tampoco quiere decir que haya que echarlos a la basura.
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