La Cumbre del Clima afronta su fase política con pocos avances en las negociaciones
Comienza el segmento de Alto Nivel, con la asistencia de jefes de Estado, de Gobierno y ministros
Comienza una nueva fase en la Cumbre del Clima. Después de una semana en la que los equipos técnicos de casi 200 países han intentado sentar las bases de las negociaciones, arranca la fase política con la asistencia de jefes de Estado, de Gobierno y ministros. Hasta ahora las negociaciones han sido lentas, pero el tiempo apremia.
Los principales escollos siguen estando en la regulación para los mercados de carbono , en el incremento de la ambición en la lucha climática -que los países endurezcan sus recortes de emisiones- y en la forma de compensar a los países en desarrollo.
Los mercados de carbono, que llevan atascados ya dos cumbres, deben establecer unos mecanismos globales para intercambiar cuotas de emisiones . Es decir, que quien contamine de más pague. Pero la negociación del ya famoso artículo 6 es compleja y tiene peligros, como que un mismo crédito se contabilice a dos actores diferentes .
Obstáculos
«Necesitamos conseguir un acuerdo en el artículo 6, de ahí el trabajo arduo por todas las partes», aseguró ayer la ministra de medio ambiente chilena, Carolina Schmidt, que preside la cumbre que se celebra en Madrid. Para la Unión Europea, evitar ese «doble conteo» es una línea roja , mientras que Brasil se muestra más reticente a un desarrollo claro. Pese a las dificultades, han salido adelante los primeros textos de trabajo.
«Si no se logra, correremos el riesgo de fragmentar esos mercados y puede socavar nuestros esfuerzos», ha dicho este martes la responsable de cambio climático de la ONU, Patricia Espinosa, quien ha urgido a los países a «hacer operativo el artículo 6» para ayudar a que los mercados de carbono empiecen a funcionar.
Además de este artículo, en los pasillos de Ifema retumba la palabra «ambición», una expresión que se ha hecho ya popular para referirse a la necesidad de que los países aumenten sus planes de recortes de emisiones. Pero, según dijo ayer Janine Felson, representante del grupo de pequeños estados insulares, «la COP25 corre el riesgo de socavar su reclamo principal de ambición. Algunas partes muy influyentes han obstaculizado los esfuerzos en la primera semana para responder a la emergencia climática».
En un intento por relanzar los compromisos, está previsto que esta semana se conozcan los estados que se han unido a la «Alianza para la Ambición Climática» de Chile, sobre los países que se comprometen a endurecer sus objetivos en 2020 o a alcanzar la neutralidad de carbono en 2050, aunque pocos creen que los países involucrados sumen más del 10% de las emisiones globales.
La otra gran esperanza está puesta en la Unión Europea , en concreto en el posible anuncio de la Comisión sobre el Green New Deal, ya que podría elevar el nivel de las conversaciones. «El anuncio europeo, si se produce, va a dar energía a todo el proceso porque es una señal importante », apuntó ayer Laurence Tubiana, una de las arquitectas del Acuerdo de París y que hoy dirige la Fundación Europea del Clima.
Otra de las batallas más duras está en el mecanismo para compensar a los países más vulnerables a los impactos del cambio climático. Se han celebrado «reuniones informales», pero con escasos avances hasta el momento.
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