Cuáles son las diferencias entre las vacunas de ARN mensajero y las que utilizan adenovirus
Cuatro vacunas han sido aprobadas para el uso de emergencia del coronavirus aunque no todas funcionan igual
Cuántas vacunas contra el coronavirus han sido aprobadas en el mundo
¿Qué vacuna te pondrán según tu edad?
Más de diez millones de personas han sido inoculadas contra el coronavirus , aunque no todos con el mismo fármaco. En estos momentos hay cuatro vacunas que funcionan en España: la de Pfizer y Moderna (ARN mensajero) y las de AstraZeneca y Janssen (vector viral/adenovirus).
La idea de todas las vacunas es frenar los casos más graves de la enfermedad de la Covid-19 , así como las muertes. Eso es lo que tienen en común, aunque su modo de funcionamiento no es el mismo.
El ARN mensajero es una nueva tecnología nunca antes probada en humanos. Comenzó su desarrollo en los años 90 y ha sido ahora cuando se ha empezado a utilizar. Lo que hace este ARNm es dar instrucciones a las células para que fabriquen la proteína S , de la espíga del SARS-CoV-2.
Esta proteína S es la llave a que se abran las células para que se introduzca el coronavirus y se replique, ya que encaja perfectamente en la enzima ACE2 , la puerta de entrada a las células.
Por otro lado, el vector viral, el cual se ha utilizada anteriormente con la vacuna contra el Zika y el Ébola , pretende introducir en el organismo un virus diferente al del coronavirus con un ADN modificado. Este virus inofensivo hará que se repliquen muchas copias del ARN. Después, el ARN hará que las células fabriquen la mencionada proteína S.
¿Qué ocurre después? Que nuestro sistema inmune reconoce la proteína S que no debería estar en el organismo, por lo que produce anticuerpos y linfocitos T. Los anticuerpos son los responsables de que la proteína S no avance, mientras que los linfocitos T contribuyen a la memoria inmune y destruirán la proteína.
Las vacunas que pueden llegar en unos meses pueden ser las de Sanofi/GSK o la de Novavax . Estas marcas usan las proteínas del coronavirus. Este tipo de vacuna se ha usado ya en la hepatitis A y B, así como en la de la gripe.
Lo que busca es introducir en concreto la proteína S del SARS-CoV- 2, así como otros componentes del virus con el fin de que nuestro organismo los detecte y cree los anticuerpos y los linfocitos T para defenderse del virus.
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