Covid-19, ¿qué futuro?
Preparémonos para aprobaciones provisionales de vacunas, sin olvidar que seguimos necesitando fármacos eficaces y que la necesidad de mascarillas e higiene se prolongará tiempo tras la vacuna
Son ya cincuenta millones de afectados , con millón y cuarto de fallecidos, por el Covid ; el mundo vive la segunda oleada, con Europa a la cabeza en aumento diario de casos. Sociedades como la nuestra se enfrentan al cansancio que suponen los esfuerzos para combatir la infección, y especialmente su inexorable impacto económico. La heterogeneidad de la extensión , incluso entre comunidades autónomas en España, nos obliga a un esfuerzo -inteligente, claro- por la intensificación de los controles que puedan atajar tanta desgracia. Pero aún no sabemos si hay un comité nacional de expertos y qué informes y dictámenes ha producido.
Hay dos referencias esenciales, entre otra,s para la ciencia y la sanidad. Primera, si cabe una evolución que afecte a la virulencia y a la transmisibilidad del coronavirus SARS-CoV-2. En 2002 emergía -también en China- el primer SARS, menos transmisible pero más letal que el actua l. Se extinguió en ocho meses sin que sepamos cómo. Sufrió cambios genéticos, algunos están documentados, que pudieron ser cuellos de botella en su transmisión. En cuanto a la COVID-19, la mutación más relevante -la D614G, de la que nos hemos ocupado en estas páginas- intensifica su capacidad de contagio y multiplicación en vías respiratorias altas, sin afectar a la virulencia. Hay que seguir monitorizando los cambios genéticos en este virus . En ello pueden estar las claves de diferente afectación, entre personas y poblaciones.
La segunda referencia es la vacuna; hemos de preparar la posible aprobación incluso provisional de las primeras que podamos tener. China y Rusia han empezado a vacunar al margen de los ensayos clínicos que documenten la seguridad y eficacia de las vacunas empleadas. No es un buen ejemplo ni se ha llevado a cabo con la menor transparencia. En situaciones previas, como las mortíferas epidemias de ébola en algún país africano, la OMS propuso vacunaciones de emergencia antes de completar el desarrollo clínico de la vacuna. Preparémonos para aprobaciones provisionales de vacunas, sin olvidar que seguimos necesitando fármacos eficaces y que la necesidad de mascarillas e higiene se prolongará tiempo tras la vacuna.
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