Coronavirus

Rebelión autonómica al plan de desescalada por provincias que marca el Gobierno

Salen en tromba a protestar por la unidad escogida y pedirán hoy a Illa que la cambie por áreas sanitarias

Coronavirus en España: cifras, desescalada y últimas noticias en directo

Carolina Darias, ministra de Política Territorial, EP
Érika Montañés

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El mismo Gobierno que el pasado martes presentó a las comunidades su plan de desescalada del coronavirus por televisión dijo 24 horas después que no se cierra a ningún cambio consensuado con ellas, a la vista del rechazo frontal que ha encontrado en la mayoría, con independencia del color político de sus gestores. La mayoría de los mandatarios regionales no creen en la estrategia dirigida por Pedro Sánchez y ven « más sombras que luces », al decir del gallego Alberto Núñez Feijóo , en la división administrativa escogida: la provincia (o isla). También rechazan que el rimbombante «plan de transición a la nueva normalidad» no tuviese en cuenta la opinión que varios de ellos dieron el pasado domingo en la conferencia de presidentes, cuando propusieron otras fórmulas, como las áreas sanitarias o departamentos de salud, algo que demanda el valenciano Ximo Puig.

En la letra pequeña del documento facilitado la noche del 28 de abril por el Gabinete de Presidencia viene recogido que la unidad territorial marco para desarrollar este programa es la provincia, pero que la aplicación de la estrategia de desconfinamiento «será adaptable». Y a ese clavo pueden agarrarse las regiones que plantearon que la medición no puede hacerse por provincias, sobre todo en lugares con una población tan dispersa como son las provincias gallegas, o sin tener en cuenta el marcado peso del rural en otras. Las regiones reclaman «hojas de ruta» con más detalle y planificación y que se ajusten mejor a la incidencia real del coronavirus en cada territorio, apuntó ayer Emiliano García-Page. Otras dos autonomías en manos socialistas, Aragón y Comunidad Valenciana, descartaron querer agitar una rebelión contra el Gobierno en estos momentos, aunque, según Javier Lambán, «este plan no se ajusta en absoluto a la realidad aragonesa».

La preferencia mayoritaria es emplear los departamentos, áreas o distritos de salud como marco de referencia, aunque hay excepciones, como la del PNV en el País Vasco, que demanda un único ámbito de aplicación de las fases del desconfinamiento, la propia autonomía vasca, o el extremeño Guillermo Fernández-Vara, que quiere que vayan de la mano Cáceres y Badajoz para salir «juntas» del confinamiento como una sola demarcación.

Y es que la división por provincias sorprendió en el seno autonómico. En un país cuarteado en 17 comunidades, las provincias (salvo las de carácter foral, como las vascas) tienen competencias mínimas. Los «barones» regionales salieron ayer en tromba a protestar por redefinir este mapa a 61 velocidades (provincias e islas diferenciadas). Uno de los más duros fue el de Galicia. Feijóo considera que la propuesta de Sánchez deja casi sin competencias a las autonomías y lamenta que se haya tomado como referencia una figura «del siglo XIX» y que parte de una división territorial concretada en 1883.

Mientras, el presidente cántabro pedía mayor «concreción» del plan; la consejera catalana de Empresa definía a Pedro Sánchez como «un desubicado» espacio-temporal; y el Gobierno vasco, a través de Josu Erkoreka, reprochó que se haya pasado «de la plurinacionalidad al pluriprovincialismo» en la salida de la población de su reclusión por el Covid-19. Por su parte, el andaluz Juanma Moreno ofreció que las provincias de Huelva y Almería se sumen al ritmo de las islas y vayan como avanzadilla en la desescalada.

Abiertos al cambio

El Gobierno se da margen a adoptar otras decisiones según evolucione la pandemia, algo que nunca ha descartado, aunque Fernando Grande-Marlaska , ministro del Interior, fue ayer más contundente en la rueda de prensa conjunta con el titular de Sanidad, Salvador Illa : el Ejecutivo ha fijado un calendario de 6-8 semanas, pero «podemos tomarnos el tiempo que haga falta». Prefieren no cerrar puertas a un cambio de planes, ni imponer «manu militari» en el debate que encoleriza a las autonomías.

Con este mar de fondo, el Ejecutivo dice estar abierto «a usar un criterio territorial diferente» si es razonado por las comunidades en el encuentro que se celebra hoy en el Senado entre la ministra de Política Territorial, cinco presidentes y diez consejeros autonómicos. A la reunión no asisistirá el Govern de Quim Torra , ni los ejecutivos de las islas Canarias y Baleares, contentos con el «podio» de salida que se les ha otorgado en esta desescalada asimétrica.

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