Coronavirus

Ómicron se cuela en China poniendo a prueba su política de Covid cero

El primer paciente contagiado por la nueva variante es un ciudadano chino procedente del extranjero que aterrizó en Tianjin el pasado jueves

China notifica su primer paciente infectado por la variante Ómicron Reuters

Jaime Santirso

China ha detectado el primer caso de Ómicron dentro de sus fronteras. La variante, que la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha calificado de «preocupante», ha logrado encontrar un resquicio en los exhaustivos protocolos del gigante asiático. Este, frente a la mayoría de países que apuestan por convivir con el virus, mantiene una política de tolerancia cero cuya solidez será puesta a prueba por esta nueva mutación.

El paciente es un ciudadano chino que aterrizó en Tianjin el pasado jueves procedente del extranjero. Aunque la prueba inicial en el aeropuerto arrojó un resultado positivo , en un primer momento fue clasificado como portador asintomático. Un análisis posterior, sin embargo, detectó la presencia de Ómicron. Para entonces el individuo ya estaba en aislamiento cumpliendo con la cuarentena obligatoria para los recién llegados a país –entre dos y tres semanas dependiendo de la provincia de destino–, por lo que ya recibe tratamiento médico en un hospital especializado.

Esta nueva variante, que los académicos estiman más infecciosa y más resistente a las vacunas pero menos dañina, ya ha saltado a más de 50 países en todo el mundo tras ser localizada por primera vez en Sudáfrica a finales del pasado mes de noviembre. Su emergencia ha provocado que muchos aumenten los controles migratorios y restrinjan el tráfico de personas.

El Gobierno chino ya estaba preparado para este escenario. «Ómicron no solo está presente en África (...) lo que quiere decir que la variante tiene una alta posibilidad de llegar a China», apuntaba hace dos semanas. Xu Wenbo, responsable del Instituto Nacional del Control y Prevención de Enfermedades.

La capacidad de las vacunas chinas , inferior a las occidentales , supone el principal motivo de preocupación para las autoridades. «Siguen funcionando [contra Ómicron] pero su eficacia queda muy reducida, es complicado decir cuánto», reconocía el representante. De acuerdo a los últimos datos oficiales, publicados este viernes, China ha inmunizado a más de 82% de sus 1.400 millones de habitantes. Xu, no obstante, manifestó su confianza en que los controles implementados lograrán controlar la expansión del patógeno.

Desde marzo de 2020 China mantiene un sofisticado protocolo de prevención , basado en un cierre de fronteras, rastreo por medio de big data y testeos masivos seguidos de confinamientos selectivos ante la aparición de nuevos focos. Este procedimiento, en perpetuo perfeccionamiento, ha permitido repeler el avance de la variante delta hasta en dos ocasiones. La primera en Cantón el pasado mes de junio, solventada con infecciones mínimas. La segunda, que comenzó en Nanjing en agosto, se extendió por todo el país y llegó a ser la oleada más virulenta desde el estallido de la pandemia.

Rebrote en Zhejiang

En las últimas 24 horas China ha detectado 52 nuevos casos asintomáticos de transmisión local, según cifras ofrecidas hoy por la Comisión Nacional de Salud. Una mayoría de ellos, 44, se concentran en la provincia de Zhejiang, escenario del último rebrote. Allí, las ciudades de Shaoxing, Ningbo y Hangzhou, la capital, suman un total de 138 nuevas infecciones a lo largo de esta semana. La campaña de las autoridades ya se ha puesto en marcha, y más de medio millón de personas cumplen cuarentena.

El origen no está claro todavía. Los primeros 18 positivos en Shaoxing responden a un grupo de personas que acudieron a un funeral, mientras que en Ningbo la mayoría están ligados a un centro de medicina tradicional china. Al mismo tiempo, el que hasta ahora era el foco más activo se apacigua. La ciudad septentrional de Manzhouli, cerca de la frontera con Rusia, tan solo ha registrado hoy 5 nuevos casos.

Este rebrote hace que se vuelva a temer por el año nuevo lunar . La festividad, que este año cae a finales de enero y principios de febrero, representa la mayor migración regular del mundo con más de 3.000 millones de desplazamientos. Las autoridades de Shanghái ya han recomendado a sus residentes que eviten viajar y acudir a reuniones familiares, lo que de convertirse en una práctica generalizada supondría el tercer año consecutivo que el año nuevo no puede llevarse a cabo en condiciones normales. En esta ocasión se suma, además, la celebración de los Juegos Olímpicos de Invierno de Pekín 2022, que darán comienzo en apenas mes y medio.

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