El coronavirus estaba presente en las aguas residuales italianas desde diciembre de 2019

El coronavirus se encontraba ya en Italia antes de Navidad, concretamente el 18 de diciembre , prácticamente dos meses antes de que oficialmente explosionara oficialmente la pandemia en Codogno (Lombardía). Lo demuestra un estudio del Instituto Superior de Sanidad (ISS) , realizado a través del análisis de las aguas residuales recolectadas en tiempos anteriores a la manifestación de Covid en Italia.

Las muestras se tomaron en los purificadores de los centros urbanos del norte de Italia, en el área de Turín y en las plantas de Castiglione y Codogno , dos municipios de la provincia de Lodi, en la región de Lombardía, y también en Bolonia. «El estudio examinó 40 muestras recolectadas desde octubre de 2019 a febrero de 2020; además, otras 24 muestras de control de septiembre de 2018-junio de 2019, lo que consentida excluir con seguridad la presencia del virus», explica Giuseppina La Rosa , del Departamento de Salud y Calidad del Agua del Departamento de Medio Ambiente y Salud del ISS, quien realizó el estudio con Elisabetta Suffredini, Departamento de Seguridad Alimentaria, Nutrición y Salud Pública Veterinaria.

Los resultados fueron confirmados en dos laboratorios diferentes, con métodos diversos. La presencia del coronavirius (RNA de SARS-Cov-2) se detectó en las muestras tomadas en Milán y Turín el 18 de diciembre y en Bolonia el 29 de enero. Se trata, sin duda, de una noticia sorprendente que seguramente obligará a releer el desencadenamiento de la epidemia en Italia con nuevos ojos. Así lo considera el profesor Giovanni Di Perri , jefe de enfermedades infecciosas en el hospital Amedeo di Savoia en Turín: «Es un descubrimiento intrigante que da lugar a especulaciones inesperadas. Quizás fue un pequeño brote, que luego desapareció. O tal vez ahí estuvo el comienzo de la epidemia, de forma encubierta».

Tras conocerse el resultado del estudio, algunos comentarios han puesto el acento en el alto índice de casos de neumonía registrados el otoño pasado en el norte de Italia. Entonces los médicos los consideraron como algo anómalo en relación con lo que ocurre con una gripe normal.