Coronavirus

China retrasó alertar sobre la neumonía mientras un estudio calcula ya 44.000 infectados

Frente a la cifra oficial de 4.515 contagiados, expertos de Hong Kong alertan de una inminente pandemia y el alcalde de la ciudad origen del brote admite la demora en avisar porque necesitaba permiso de Pekín

Un policía toma la temperatura a un conductor en un puesto de control, a la salida de Wuhan. Mongolia ha anunciado también hoy que cierra su frontera AFP
Pablo M. Díez

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A medida que pasan los días, aumenta el número de fallecidos y contagiados por la epidemia de neumonía en China y también la rabia ciudadana con la gestión de la crisis por parte de las autoridades de Wuhan, la ciudad donde empezó el brote el mes pasado. Su alcalde, Zhou Xianwang, ha admitido este 27 de enero en una entrevista con la televisión estatal CCTV que retrasó alertar a la ciudadanía al principio porque, legalmente, no podía hacerlo sin el permiso del Gobierno central en Pekín. Su reconocimiento, que deja en evidencia la burocracia de este régimen autoritario, ha levantado una ola de críticas en las redes sociales que, extrañamente, no han sido borradas por la censura como suele ser habitual.

Tras detectarse los primeros casos de una misteriosa neumonía a finales de diciembre, la Policía incluso advirtió a los médicos que estaban alertando sobre ellos en las redes sociales y medios locales para que dejaran de hacerlo. Después de tres semanas de escasa información, el repunte de muertos de muertos infectados en Wuhan y la propagación de la epidemia por todo el país han hecho imposible silenciar por más tiempo el problema, que acabó estallando el jueves pasado con la cuarentena primero en la capital y luego en toda la provincia de Hubei, con casi 60 millones de habitantes.

«Cerramos la ciudad para detener la propagación del virus , pero es probable que dejemos una mala reputación en la historia. Si sirve para contener la epidemia, estoy dispuesto a dimitir como forma de disculpa. El jefe del Partido en Wuhan, Ma Guoqiang , y yo asumiremos la responsabilidad que sea necesaria», aseguró el alcalde. Pero luego, cuando la entrevista había terminado pero la emisión por internet seguía abierta, volvió a airar inconscientemente al público al darle a su gestión un 8 de 10.

A comparecencia diaria

En un intento por demostrar transparencia, el régimen chino está obligando a sus autoridades médicas y provinciales a comparecer ante los medios cada día. Pero el propósito, por muy loable que sea, está resultando desastroso al poner al descubierto las carencias no solo comunicativas, sino también intelectuales, de algunos cargos locales.

En la rueda de prensa del domingo, el gobernador de Hubei, Wang Xiaodong , se equivocó dos veces con las cifras de la producción de mascarillas, que por cierto él no llevaba. A su lado, el alcalde Zhou lucía su máscara al revés mientras el secretario general del Gobierno provincial, Bie Bixiong, tenía puesta la suya sin que le tapara la nariz.

El cuadro sería cómico de no haber por medio una epidemia que ya se ha cobrado 106 vidas y más de 4.515 infectados. Eso a tenor de los datos oficiales, porque un estudio independiente de la Universidad de Hong Kong calcula que habría ya 44.000 infectados solo en la ciudad de Wuhan. De ellos, 25.630 tendrían ya los síntomas de la neumonía y los otros no porque estarían incubando su virus. Pero, como han reconocido las propias autoridades, este nuevo coronavirus puede ocultar sus síntomas y contagiarse entre humanos incluso en el periodo de incubación, lo que dificulta y acelera la propagación de la epidemia.

Con un modelo matemático basado en cifras de contagio en todo el mundo, el decano de la Facultad de Medicina, Gabriel Leung , estima que el número de infectados se dobla cada 6,2 días. Si la cuarentena en la provincia de Hubei y las restricciones en el resto del país no consiguen frenar su expansión, Leung prevé que el pico de la epidemia llegará en abril o mayo a grandes ciudades como Pekín, Shanghái, Cantón (Guangzhou), Shenzhen y Chongqing. «Tenemos que estar preparados porque esta epidemia puede estar a punto de convertirse en una pandemia global», advirtió, según informa el periódico «South China Morning Post».

Como asesor del Gobierno de Hong Kong, Leung ha pedido «medidas draconianas para limitar los movimientos de población que se deberían imponer inmediatamente», así como la cancelación de actos públicos y el cierre de colegios y oficinas tras las vacaciones del Año Nuevo Lunar para que la gente se quede en casa y no siga propagándose la epidemia.

Para supervisar la lucha contra la enfermedad y dar ánimos a los médicos de Hubei, el primer ministro, Li Keqiang, visitó Wuhan. «Estáis haciendo todo lo posible por salvar vidas», alabó al personal del hospital de Jinyintan, según mostró la televisión estatal. Como los médicos están desbordados y un doctor ya ha fallecido contagiado, les recordó que «cuando estás volcando todos vuestros esfuerzos en salvar vidas, también tenéis que protegeros». Además, comprobó la frenética construcción de dos hospitales con pabellones prefabricados que estarán terminados los próximos días para aislar a más de 2.000 infectados por esta letal neumonía.

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