Coronavirus

Austria reparte 1.400 millones de euros en incentivos para vacunarse

En febrero entrará en vigor la medida que obligará a estar inmunizado contra el Covid-19

Una mujer recibe una de las primeras dosis de la vacuna contra el Covid-19 en la Universidad de Medicina de Viena, Austria EFE

Esta funcionalidad es sólo para registrados

El canciller austriaco Karl Nehammer, del conservador Partido Popular (ÖVP), ha comparecido junto al vicecanciller Werner Kogler, de Los Verdes, y junto a la líder del Partido Socialdemócrata (SPÖ) Pamela Rendi-Wagner, jefa de la oposición, para presentar el nuevo sistema de incentivos de vacunación , mostrando así un gran consenso político sobre la medida, que contará con un presupuesto de 1.400 millones de euros. El más vistoso de este paquete de incentivos es sin duda una lotería con premios de 500 euros para quienes acudan a vacunarse, que no se entregarán en metálico sino en vales para consumo en el comercio local, restaurantes y hoteles, así como en instalaciones culturales o deportivas, y que se suman a todo un catálogo de inyecciones monetarias para municipios que logren las más altas cuotas de vacunación en varias categorías.

Por cada pinchazo de inmunidad se obtiene un número y uno de cada diez de esos números obtendrá premio. El sorteo, cuya organización ha sido encargada a la cadena de televisión pública 'ORF', comienza el 15 de marzo y en él podrán participar también los ciudadanos vacunados anteriormente, a los que se reconoce el derecho retroactivo de recibir sus correspondientes números.

El programa de incentivos tiene como objetivo implicar en la campaña de vacunación a los alcaldes y líderes políticos locales, de gran influencia en el país alpino por su significativo porcentaje de población en pequeños núcleos. Según ha expuesto el canciller Nehammer, una localidad de 3.000 habitantes, por ejemplo, en la que el 80% de los mayores de edad estén vacunados, recibirá 30.000 euros que quedarán a disposición del ayuntamiento. Si el porcentaje alcanza el 85% , la cantidad será de 60.000 euros y, si llega al 90% , el premio asciende a 120.000.

La lotería y la competición entre municipios amenizarán seguramente la campaña de vacunación obligatoria que precisamente debatía y votaba el parlamento austriaco mientras tenía lugar la rueda de prensa del anuncio. Sin duda distraerá la atención brevemente sobre el hecho de que Austria se convierte ya en el primer país europeo que fuerza a vacunarse a alrededor del 30% de su población , que sigue negándose hasta ahora. Todo mayor de 18 años que no se vacune deberá pagar multas de hasta 3.600 euros.

Los pasados fines de semana se han repetido las marchas de protesta con hasta 40.000 participantes y este jueves había sido convocada también una manifestación frente al Hofburg de Viena, pero a partir de las nueve la policía despejó la plaza e impidió la concentración, recordando a través de megáfonos que la Ley de Asamblea no permite este tipo de protestas durante la reunión del Consejo Nacional, el Consejo Federal o incluso un Landtag en un radio de 300 metros. Las pancartas, que poco a poco fueron retirándose en dirección al vecino Volksgarten en medio de pitadas y silbidos, condenaban la vacuna obligatoria como un instrumento de la «dictadura de la pandemia». «Aquí no hay nadie que reciba dinero de Pfizer o de la Fundación Bill Gates, aquí solo hay ciudadanos que son ridiculizados por sus puntos de vista y a los que no se escucha», declaraba Madeleine Petrovic, diputada verde entre 1992 y 2003 y asesora hasta el año pasado del Ministerio de Sanidad de Austria en materia de bienestar animal, una de las personalidades reconocibles en la protesta.

La incapacidad de convencer a ciudadanos como ella es lo que ha llevado al gobierno de Viena a apostar por la vacuna obligatoria a partir del 1 de febrero, aprobada con los votos del Partido Popular, los Verdes, una mayoría del SPÖ y una parte de los Neos. Solamente ha votado en bloque en contra el partido de extrema derecha FPÖ. La líder del SPÖ, Pamela Rendi-Wagner, ha reconocido que «la vacunación obligatoria no solucionará todos los problemas», pero que «como científica, veo en ella un medio de liberarnos de la amenaza constante a nuestra salud y a nuestra economía» y ha insistido en que «el sistema de recompensas que ahora se crea no solo está destinado a lograr objetivos de salud, sino también a apoyar a las empresas locales, asegurando posiblemente puestos de trabajo y creando algunos nuevos».

También el vicecanciller Werner Kogler (Verdes) ha señalado que «la situación epidemiológica requiere la introducción de la vacunación obligatoria». «De esta manera, se protege la libertad de muchos, aunque requiere una interferencia con los derechos individuales para que podamos salir del ciclo de bloqueo», ha dicho. Ante el reproche a la imposibilidad de comprobar si todos los ciudadanos se vacunan, respondió que «es obvio que no todos serán alcanzados, tampoco es necesario perseguir uno por uno a todos los neonazis».

Los únicos ciudadanos que quedan exentos de la obligación de vacunarse son las embarazadas , pacientes para los que la vacuna suponga algún riesgo certificado por un médico y quienes hayan pasado la enfermedad en los últimos 180 días , que a partir de ese plazo serán igualmente obligados a recibir la vacuna. El texto legal deja claro que «no puede obligarse a nadie a vacunarse mediante el uso de la fuerza y que el importe de las multas irá destinado a la financiación de los hospitales públicos del país.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación