Coronavirus

«La crisis económica no afectará al apoyo a la investigación europea»

La comisaria de Innovación, Mariya Gabriel, afirma que la educación debe fomentar la inclusión social y el pensamiento crítico

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Mariya Gabriel, comisaria europea de Innovación ABC

D. Chiappe

Los objetivos de investigación de la Unión Europea se han seguido discutiendo durante la crisis de la Covid-19 por videoconferencia. La comisaria europea de Innovación, Investigación, Cultura, Educación y Juventud, Mariya Gabriel, presidió la semana pasada la reunión de Europe Horizon, un ambicioso programa cuyo presupuesto puede alcanzar los 100.000 millones de euros para financiar la investigación y la innovación en los países miembros hasta 2027. A los objetivos principales de adaptación del cambio climático y de transformación digital se ha añadido la recuperación de Europa tras la pandemia.

«La misión de Horizon Europe es realizar inversiones estratégicas para aumentar la capacidad de liderazgo europeo en ciencia e innovación», explica Gabriel, política búlgara de 40 años. «Es un esfuerzo para mantener la competitividad de la Unión Europea, y al mismo tiempo beneficiar e involucrar a los ciudadanos. Conecta la investigación europea con la gente en cinco áreas que hemos identificado: investigación del cáncer, adaptación al cambio climático, protección de los océanos y mares, transformación de las ciudades para hacerlas climáticamente neutrales e inteligentes, y lograr una alimentación saludable».

Estos objetivos, impulsados gracias a los fondos que dependen de la Comisión Europea , pretenden guiar hacia la «excelencia científica», para que los proyectos desarrollados «generen cambios que beneficien a la comunidad, y reconecten la investigación con los sectores socioeconómicos», sostiene Gabriel. «El reto es marcar un antes y un después en nuestras vidas, y es importante que la innovación tenga aplicaciones prácticas. Buscamos también ser pioneros y servir de acelerador a empresas y emprendedores, establecer vínculos más estrechos con la nueva estrategia industrial y aprovechar al máximo el mercado único».

A pesar de la pandemia, la investigación que no está directamente relacionada con ella sigue su curso. La urgencia sanitaria no es un riesgo para otro tipo de investigación, ni impone su propio calendario. Ahora bien, tras la crisis sanitaria empieza a surgir la crisis económica. ¿Podría ser un obstáculo para la ciencia? «La crisis económica no afectará al apoyo a la investigación europea», dice la comisaria búlgara. «Estamos viendo que la política puede reaccionar rápido y pasar a la acción de manera decisiva».

«En tiempo real, continuamos con los proyectos de investigación, con la financiación de 2020 y con las conferencias entre los líderes», prosigue Gabriel. «Los ministerios de investigación de los países miembros han puesto en marcha una línea de financiación para elaborar un plan de acción contra el coronavirus . Estamos aprendiendo muchas lecciones y daremos apoyo a cada uno de los científicos en cada lugar. Es holístico . Nos interesa la aproximación interdisciplinaria».

El reto educativo

Aunque la educación es una competencia de los Estados miembros, la Comisión Europea apoya e incentiva los esfuerzos por mejorar la calidad de su educación. «Siempre lo más positivo es la extraordinaria capacidad de los maestros y sus estudiantes frente a los desafíos y las dificultades», dice Gabriel. «Debemos continuar trabajando en mejorar la conectividad, especialmente en áreas rurales de Europa, en proveer a los niños de herramientas tecnológicas, como ordenadores, y facilitar que los profesores prosigan su formación . Necesitamos promover la inclusión y el pensamiento crítico. Es importante que nadie se quede atrás y tenemos la responsabilidad de hacer acciones concretas».

En el área de la educación superior planea un debate. ¿Las universidades deben orientar sus currículos hacia las necesidades del mercado? La comisaria europea cree que no existe una dicotomía entre la vocación teórica y humanística de las alma mater y los requerimientos prácticos de las empresas. «Necesitamos ambas dimensiones. Las universidades están integrando en sus currículos los desafíos actuales. Sin hacer que la educación y la investigación sigan las líneas del mercado, sí tienen que enfocar los desafíos sociales que la próxima generación tendrá que solucionar. Desde las distintas disciplinas debemos contribuir juntos a encontrar una vía estratégica y sostenible para la investigación y la educación común».

Entre las más urgentes, Gabriel menciona la transformación digital y la salud frente a futuras pandemias . «Esos son desafíos sociales y económicos. Los negocios necesitan a la sociedad y la sociedad necesita a los negocios. La universidad debe servir de vínculo entre los dos mundos». Un ejemplo de éxito es el programa Erasmus, con 33 años y 10 millones de estudiantes beneficiados. «Es un símbolo, uno de los más exitosos e icónicos que tenemos», mantiene Gabriel. «Para mí es importante reforzarlo para el próximo periodo, porque jugará un rol esencial en la recuperación de Europa después de la crisis».

Más allá del conocimiento, a juicio de Gabriel, con las becas de Erasmus se obtiene una formación que hace que el 80% de los participantes encuentren trabajo rápido después de su graduación y que el 90% mejore sus relaciones con personas de otras culturas. «La movilidad física puede derribar límites, y puede ayudar a desarrollar una capacidad práctica para el esfuerzo de reconstrucción y cooperación», mantiene Gabriel. La educación y la innovación van de la mano.

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