Así serán las misas durante la desescalada
La Conferencia Episcopal recomienda celebraciones sin coro y sin pasar el cestillo de la colecta y pide que «personas responsables» se encarguen de cerrar las puertas del templo una vez que se complete el aforo
Las celebraciones litúrgicas también deberán adaptarse a "la nueva normalidad" impuesta por la epidemia de coronavirus. Para ello, la Conferencia Episcopal Española, ha presentado este jueves una serie de recomendaciones para garantizar la seguridad de los fieles en las misas dominicales, que tendrán lugar con aforo limitado a partir del 17 de mayo en aquellas provincias del país que hayan pasado a la fase 1 del desconfinamiento.
Conscientes de "la grave responsabilidad que supone para todos prevenir el contagio" , los obispos españoles también han decidido "prorrogar la dispensa del precepto dominical para todos aquellos que no puedan acudir a los templos" e invitan a "las personas mayores, enfermas o en situación de riesgo que valoren la conveniencia de no salir de sus domicilios". A todos ellos recuerdan que pueden seguir la retransmisión de la Eucaristía a través de internet o la televisión.
Para el resto de los fieles, las celebraciones litúrgicas deberán ampliar sus horarios en la medida de lo posible para garantizar que durante la fase 1 se encuentren solo a un tercio de su capacidad y a la mitad en la fase 2. Para evitar que se produzcan aglomeraciones, las parroquias podrán organizar equipos de "personas responsables" para vigilar la entrada y cerrar las puertas del templo una vez que se complete el aforo. Estos voluntarios podrán ayudar además a que "se respete la distancia de seguridad a la salida de la iglesia y en el momento de la Comunión".
Durante la celebración litúrgica, no habrá coro ni hojas de cantos ni ningún tipo de pliegos con lecturas. El cestillo de la colecta no se pasará durante la misa, sino que se ofrecerá a la salida y el saludo de la paz deberá ser sustitido por un gesto que evite el contacto entre las personas. Los fieles además deberán llevar mascarillas y podrán limpiarse las manos con geles hidroalcohólico a la entrada y la salida del templo.
En el momento de la Comunión, se evitará el diálogo individual ("El Cuerpo de Cristo-Amén") que se pasará a pronunciar de forma colectiva, distribuyéndose la Eucaristía en silencio. Los obispos piden además que si el sacerdote es una persona mayor se establezcan ministros extraordinarios de la Eucaristía (laicos o diáconos) para distribuir la comunión.
Una vez finalizada la celebración, los voluntarios deberán desinfectar el templo, los bancos y los objetos litúrgicos. Durante la fase 1 y la fase 2 de desescalada no se permitirán visitas turísticas a los templos.
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