Ciencia enmienda la reforma laboral y aprueba un contrato indefinido para investigadores

No formará parte de la oferta de empleo público, serán ágiles y no requerirán autorización previa, pero estarán sujetos a la financiación del proyecto

El nuevo contrato de actividades científico técnicas sustituirá a los temporales por obra y proyecto y a su finalización se indemnizará a los profesionales

Los jóvenes investigadores protestan por sus condiciones laborables

Unos 150.000 investigadores se podrán beneficiar con el nuevo modelo de contratación Ignacio Gil

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La ciencia española cuenta con la generación de investigadores más formada de la historia, pero la gran mayoría con contratos precarios , temporales y sin perspectiva de estabilidad profesional. El Gobierno, previsiblemente, dará este martes luz verde a una nueva modalidad de contrato laboral indefinido para dar seguridad y adaptarse a las particularidades de la carrera científica.

Es la segunda vez que el Ejecutivo se ve obligado a corregir su propia reforma laboral con la que se pone fin a los contratos por obra y servicio. La reforma había sumido en una total incertidumbre a los profesionales cuyo trabajo está vinculado a proyectos de una duración y financiación determinada. Hace un par de semanas, el Ministerio de Cultura creó el contrato laboral artístico para el mundo del espectáculo y ahora es el turno de la investigación.

La nueva modalidad de contratación laboral se crea bajo la denominación de contrato indefinido de actividades científico técnicas. Estará vinculado a líneas de investigación o de servicios científico-técnicos, incluyendo su gestión. No formará parte de la oferta pública de empleo ni de las tasas de reposición de las universidades o de centros de investigación. Su convocatoria tampoco estará limitada por «la masa salarial del personal laboral, lo que los dota de la necesaria agilidad y rapidez para dar respuesta a las necesidades del sistema español de Ciencia», advierte el texto del Real Decreto al que ha tenido acceso ABC. Además en el caso de que los contratos estén vinculados a financiación externa o de convocatorias de ayuda pública, los contratos «no requerirán el trámite de autorización previa», se asegura.

Contrataciones bloqueadas

Desde el 30 de marzo no se pueden realizar contratos de obra y servicio y mientras no se apruebe la nueva Ley de la Ciencia que incorpora el nuevo contrato indefinido, todas las contrataciones estaban paralizadas. Por eso, Ciencia ha tenido que recurrir a la tramitación urgente por Decreto para no seguir bloqueando las contrataciones. Aunque el Ministerio de Cultura de Iceta ha corrido más por sus artistas que Diana Morant por sus científicos.

Podrán utilizar esta modalidad de contratación las Universidades, los consorcios y fundaciones públicas, así como los Organismos Públicos de Investigación (OPIs). También permitirá utilizar este nuevo contrato a los centros vinculados al Sistema Nacional de Salud o concertados con este y las fundaciones y consorcios de investigación biomédica. Esto es una buena noticia para los numerosos contratos precarios que están vinculados a la investigación hospitalaria y sanitaria a través de fundaciones. En el decreto no se especifica mucho sobre la investigación de empresas privadas, pero este tipo de fundaciones están vinculadas a instituciones privadas.

Contrato de actividades científico técnicas

El texto que tiene previsto aprobar hoy el Consejo de Ministros no ofrece muchos detalles de cómo será el nuevo contrato indefinido de actividades científico técnicas. Habrá que esperar a su publicación en el Boletín Oficial del Estado. Pero se entiende que al ser indefinido y estar vinculado a un proyecto y financiación determinada, los contratados tendrán derecho a una indemnización económica una vez finalizado su proyecto.

La ministra de Ciencia, Diana Morant, ya adelantó que los contratos se mantendrán mientras el grupo de investigación tenga financiación, aunque haya terminado el proyecto para el que fueran contratados. De esta manera, los contratos se podrán prorrogar sin necesidad de realizar uno nuevo y seguir encadenando contratos indefinidos y su indemnización correspondiente.

El problema es la financiación

Se estima que hay más de 150.000 investigadores y personal técnico y de gestión con un contrato temporal que podrán beneficiarse de la nueva normativa. Algunos llegan casi hasta la edad de jubilación enlazando contratos temporales ya sea en universidades, centros de investigación, fundaciones o consorcios.

Pero el decreto y la reforma laboral no es la solución a la inestabilidad laboral del mundo científico. Detrás se mantiene un problema endémico de falta de financiación. Sin una aportación económica continuada, los grupos científicos seguirán sin poder contratar de forma estable a su personal.

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