El Ártico central podría quedarse sin hielo en verano dentro de 250 años
Los altos niveles de concentración de dióxido de carbono en la atmósfera, el principal causante
La cubierta de hielo marino del océano ártico central podría desparecer completamente en unos 250 años debido sobre todo a los altos niveles de concentración de dióxido de carbono (CO2) en la atmósfera, no tanto por las elevadas temperaturas proyectadas por el cambio climático.
Ésta es la conclusión de un estudio realizado por geólogos y climatólogos del Instituto Alfred Wegener, del Centro Helmholtz para la Investigación Polar y Marina (AWI, por sus siglas en alemán). El trabajo está publicado en la revista ‘Nature Communications’.
Las temperaturas en el ártico están subiendo dos o tres veces más rápido que el promedio mundial. En consecuencia, disminuye el hielo marino en esa parte del planeta. Sin embargo, los investigadores señalan que hubo hielo marino en verano en el ártico central en otras épocas con temperaturas más altas que las actuales, pero con menos concentración atmosférica de CO2.
De hecho, indican que, con la ayuda de datos de sedimentos y simulaciones climáticas, la región tuvo hielo marino durante el último periodo interglacial, hace entre 115.000 y 130.000 años.
«Gracias a los datos núcleos de sedimentos , tenemos pruebas claras de que durante el último interglaciar, hace aproximadamente 125.000 años, el océano ártico central estaba todavía cubierto de hielo marino durante el verano, mientras que en una zona al noreste de Spitsbergen (archipiélago Svalbard) el hielo del mar del verano prácticamente desapareció», explica Rüdiger Stein, geólogo del Instituto Alfred Wegener y primer autor del estudio, quien añade que esto también está confirmado por las simulaciones climáticas llevadas a cabo por los modeladores de AWI involucrados en el trabajo.
Más concentración de CO2
Sin embargo, la comparación de los resultados de las simulaciones climáticas en el último periodo interglaciar con los cálculos de escenarios para el futuro del ártico revela diferencias sustanciales porque gracias a la radiación solar más intensa , las temperaturas del aire en latitudes más altas eran también unos grados más altos que en la actualidad.
Entonces, la concentración de CO2 en la atmósfera era de aproximadamente 290 partes por millón (ppm), cerca de 110 ppm menos que ahora. Para calcular el futuro del hielo marino en el ártico, los modeladores de AWI obtuvieron concentraciones de dióxido de carbono en la atmósfera superiores a 500 ppm.
Bajo estas condiciones, los investigadores indican que «es de esperar» un retroceso desproporcionadamente rápido del hielo marino del verano en el océano ártico central a lo largo de las próximas décadas y su completa desaparición en unos 250 años, dependiendo de la rapidez con que aumenten los niveles de CO2.
Por ello, consideran que frenar el calentamiento del ártico y la pérdida permanente de hielo marino requiere de una reducción de los niveles atmosféricos de CO2 causados por el ser humano.
Para llegar a esta conclusión, los investigadores usaron proxies (indicadores que contienen información sobre las condiciones ambientales pasadas). Se concentraron en proxies orgánicos, también conocidos como biomarcadores. Algunos de ellos son producidos por especies de algas, de las que sólo un grupo sólo puede encontrarse en aguas superficiales abiertas, mientras que otras viven el hielo marino o lo hicieron en el pasado.
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