Guerra por los recursos
Comercializar el Ártico
La fusión del hielo es un drama medioambiental pero también una oportunidad económica para los países ribereños: Rusia, EEUU, Canadá, Noruega y Dinamarca. Empieza la guerra política por los recursos
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Nuevas rutas marítimas
Dos rutas quedarían abiertas casi de manera permanente, acortando la distancia entre Asia y Europa. La primera bordea la costa septentrional norteamericana, conectando el océano Atlántico y el Pacífico . La segunda ruta, la del Noreste o del mar del Norte, une ambos océanos a través de las costas del norte de Rusia. Se podría viajar de Europa a China de forma más corta y segura que por el Canal de Suez sin miedo a la piratería.
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Más petrólego, gas y minerales valiosos
El servicio de Inspección Geológica de Estados Unidos estima que el Ártico contiene el 30 por ciento de las reservas mundiales no descubiertas de gas natural y el 13 de las de petróleo. Esta región es probablemente la única gran fuente de hidrocarburos sin explotar del Planeta . Además puede albergar otros depósitos minerales vírgenes con oro, platino y otras materias primas de gran valor
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Aprovechamiento de fauna y agricultura
El deshielo no es una buena noticia para los osos polares como el de la imagen. Pero los habitantes de la zona podrán acceder a bancos de peces y a una fauna de gran valor comercial para los cinco países ribereños: Rusia, EEUU, Canadá, Noruega y Dinamarca. El aumento de temperaturas está favoreciendo la agricultura en zonas tan impensables como la helada isla de Groenlandia .
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Una zona militar estratégica
La región del Ártico tiene además una gran importancia estratégica desde un punto de vista militar. Desde las posiciones submarinas en el noreste del mar de Barents se pueden alcanzar la mayoría de los blancos militares importantes en el mundo, porque por aquí pasa la trayectoria más corta para los misiles balísticos en cualquier hemisferio de la tierra.