La academia de bomberos que le hizo frente al Covid y a las trabas lingüísticas de los opositores
La pandemia los obligó a reinventarse. Al estar creada y gestionada por bomberos que lucharon contra el virus esta academia impregnó en sus alumnos (que pelean por una plaza en la Comunidad de Madrid) mayor vocación de servicio
Al cuerpo de Bomberos de la Comunidad de Madrid no se les impuso, al menos al principio de la feroz pandemia, la difícil tarea de trasladar cadáveres desde las residencias hasta las morgues, tanto la del Palacio del Hielo como la de la Ciudad de la Justicia. Una noche, ya de madrugada, se contactó de urgencia a toda la jefatura de bomberos de la región y al día siguiente se presentaron, puntuales, para escuchar los planes que tenían pensados para ellos. Entonces, se les habló de una situación «bélica», relató a ABC alguno de los presentes.
El traslado de cuerpos pasó a ser de voluntario a obligatorio (para los bomberos del parque de Las Rozas). Pero no solo porque no había opción sino porque así lo asumieron los bomberos. Querían estar, querían ayudar . Su vocación de servicio iba a estar a la altura de las circunstancias una vez más. Aunque estas fueran únicas, terribles y quedaran en sus retinas para siempre...
Con el gel hidroalcohólico en mano y un cuidado casi obsesivo de la higiene y las distancias, el bombero y jefe de dotación con 15 años de experiencia, Rubén Serrano , asumió el duro trabajo, con el miedo en la espalda por sus abuelos y padres, con los que convive, y con la preocupación del trabajador que teme por el futuro de su empresa. Es funcionario, sí, pero también ha construido, con mimo y dedicación, una academia, CEAB , que «nace para ayudar al opositor de bomberos de la Comunidad de Madrid», cuenta sonriente Rubén, algo menos tenso desde que los bomberos dejaron el traslado de cadáveres (aunque no suelta el gel hidroalcohólico de su mano). La de Rubén es la única academia exclusivamente especializada en formar a opositores a bombero de la Comunidad de Madrid.
Está ubicada en Collado Villalba y desde que nació, hace ya once años de la mano de Serrano, Mario Barbero (también bombero, del parque de Alcalá de Henares) y Carolina García tiene un leitmotiv muy claro: «Nos hemos especializado desde el minuto uno en una formación de calidad centrándonos, sobre todo, en ayudar al opositor en un momento apasionante pero a la vez difícil de su vida, de manera que pueda compaginar el estudio con su vida personal», relata Rubén, que insiste en que ha querido convertir su academia (y lo ha conseguido) en una gran familia . «Cuando yo oposité tuve una experiencia que no me gustó; era muy impersonal, no había la cercanía, la empatía y el cariño que buscamos nosotros . El trato es afable y cordial. Somos una familia», sentencia el también doctor por la Universidad Politécnica de Madrid.
A CEAB acuden alumnos (actualmente son 150 y empezaron con siete), no solo de Madrid sino de otras comunidades. «Vienen de todos lados: Murcia, Almería...Proponemos un horario flexible, pruebas tipo test, exposiciones de un profesorado cercano y, cuando la situación lo amerita, también divertido ». A ello se suma que una plaza de bombero en la Comunidad de Madrid es muy codiciada: «Es un cuerpo que es referente por la formación impartida a sus profesionales, por el material innovador con el que trabaja, por sus vehículos de vanguardia y por la amplia dotación, tanto de parques como de bomberos... Es una oposición imparcial y transparente en los procesos y se puede presentar todo el mundo , no hay condicionantes, no hay que hablar catalán o valenciano, no hay discriminación», sentencia Serrano.
Otros muchos se afianzaron en la academia porque vieron en sus docentes (Serrano y Barbero dan clases) su labor frente al Covid, lo que despertó aún más su latente vocación de servicio. «Nos contactaron muchos alumnos para darnos ánimos y para transmitirnos que la crisis y nuestra actuación les había dado fortaleza y había afianzado su ilusión. Recuerdo que alguno me decía: " ¡Qué ganas tengo de trabajar y ser útil para la sociedad como lo estáis siendo ahora vosotros! "», recuerda Rubén.
El Covid también ha obligado a esta empresa a reinventarse y reconvertirla al formato online. «Nos teníamos que actualizar y así lo hicimos, siempre manteniendo el trato cercano». De ello está muy pendiente Carolina, directiva de la empresa, la cuota femenina de la academia. «Cuando Rubén me propuse el proyecto acepté sin dudar; estoy muy contenta, hay un muy buen ambiente y procuro estar muy cerca de los alumnos , de saber qué necesitan en cada momento; soy el enlace entre los alumnos y los profesores», relata. Este año, de las 100 plazas que se convocaron la mitad de los aprobados se formó en CEAB y la tendencia fue igual de buena en años anteriores. «La media de la oposición es de cuatro o cinco años pues se trata de una oposición muy exigente y no se suele aprobar en primeras instancias, pero con nuestro método CEAB hemos conseguido bajar el tiempo del proceso de la oposición a dos o tres», comenta Rubén orgulloso.
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