La izquierda fracasa en su intento de instrumentalizar el hambre

Los nuevos ayuntamientos admiten que el panorama de desasistencia que dibujaron en campaña no se corresponde con la realidad. También pediatras y ONG confirman que la desnutrición es «excepcional» en España

La izquierda fracasa en su intento de instrumentalizar el hambre JAIME GARCÍA

joaquín soto medina/adrián delgado

Ante las pasadas elecciones de mayo, numerosos aspirantes a los gobiernos locales y autonómicos se presentaron con la promesa de acabar con el hambre infantil. Y una vez en el poder, han seguido agitando la bandera de la desnutrición infantil en España . La alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, ha llegado a decir que, solo en la capital, hay 25.563 niños que «pasan hambre».

Pero hay datos y valoraciones de expertos que cuestionan que España sufra realmente un problema de desnutrición. ABC publicaba ayer en su edición de Madrid que solo se ha cubierto un 10,9% de la oferta de comedores escolares abiertos en verano , prevista para 5.500 niños de la esta Comunidad. Finalmente, solo se han apuntado 600.

La propia Carmena , después de anunciar que garantizaría las «necesidades alimenticias básicas de los menores», tuvo que reconocer que continuaría con el mismo servicio de comidas a domicilio que emprendió su antecesora, Ana Botella. Su equipo calcula que este verano se repartirán a domicilio en Madrid comidas para 1.600 niños , lo que sumarán unas 101.000 raciones en total. Fuentes municipales insistieron ayer en que, basándose en los criterios de los servicios sociales, hay más niños con problemas de nutrición de los que estaban recibiendo hasta ahora ayuda y que se procederá a revisar ese censo.

El líder de los socialistas en el ayuntamiento de la capital, Miguel Carmona, también alerta de las carencias de la población infantil y afirma que «uno de cada cinco niños madrileños están bajo el umbral de la pobreza».

Organizaciones como Unicef y los pediatras sostienen, por el contrario, que en España los niños no pasan hambre, que es lo que realmente llevaría a la «desnutrición». El verdadero problema estaría, explican, en los desequilibrios que pueda haber en la dieta, es decir, la «malnutrición». «Es muy difícil encontrar en España niños desnutridos por hambre», asevera el coordinador del comité de nutrición de la AEP, José Manuel Moreno. «Creo que se ha sobredimensionado el efecto que tiene la desnutrición por hambre y hemos minusvalorado el efecto que tiene comer mal durante mucho tiempo », explica.

Baile de cifras

Tanto la organización de pediatras como Unicef coinciden en que el baile de cifras se produce cuando se relaciona directamente los niveles de pobreza infantil con malnutrición . «Esa pobreza se puede transformar en problemas para alimentar a la familia pero no necesariamente. Muchas veces, antes de llegar a recortar en lo más básico, las familias suprimen ocio y tiempo libre antes de que afecte a las necesidades básicas », explica el responsable de Unicef.

A partir de este punto, las diferencias aparecen porque no existe un consenso ni un organismo nacional encargado de medir cuántos menores sufren malnutrición en España.

Para determinar esto, la directora de sensibilización y políticas de infancia de la ONG Save The Children, Ana Sastre, se apoya en los únicos datos del INE que hacen referencia a las posibles carencias alimenticias de los niños. De acuerdo con la Encuesta de Condiciones de Vida del Instituto Nacional de Estadística, el 4,2% de los menores de 16 años sufriría malnutrición en España no pueden permitirse una comida de carne, pescado o pollo al menos cada dos días.

Pero el coordinador de políticas de infancia de Unicef, Gabriel González Bueno, lo toma únicamente como un «indicador». El coordinador de coordinador del comité de nutrición de la AEP, José Manuel Moreno, toma esta situación como un factor de riesgo, pero nada más. «No necesariamente significa que sea igual a desnutrición, porque puede paliarse con otros alimentos . El vegetariano no come carne y no es necesariamente un malnutrido», explica.

Desde Save The Children advierten de la «politización» de este debate y de que abrir comedores sociales, por sí solo, no va a resolver la situación. «Los comedores sociales en verano son una medida de emergencia que no soluciona el problema de fondo», indican.

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, aseguró ayer que «es probable» que el problema de la malnutrición infantil en esta región se «haya sobredimensionado» . Para la dirigente autonómica, la aplicación de «urgencia» de la medida es «complementaria» a la de los servicios municipales y no de «sustitución».

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