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Cuándo es el mejor momento para llevar a tu hijo a la guardería, qué hacer en caso de rabietas, cómo involucrar al niño en las tareas del hogar... son preguntas que aborda el libro ‘Diario de una mamá pediatra: consejos profesionales y anécdotas personales para disfrutar de la maternidad’, escrito por la doctora Amalia Arce. La obra es fruto de muchos años de reflexiones sobre el cuidado y crianza de los niños, a partir de su propia experiencia, como pediatra y como madre de dos niñas pequeñas. Estos conocimientos, tanto científicos, obtenidos en el estudio y práctica de la pediatría durante más de 15 años, como pragmáticos, a partir de la experiencia de la maternidad, fueron reunidos durante más de cinco años en un blog. Ahora una selección de estos artículos han sido agrupados en este volumen, que no pretende servir como manual de pediatría o de psicología infantil, sino de orientación para los padres, en todas las etapas de la vida del niño.
«Ser madre me ha servido para mi trabajo diario como médico», dice la doctora Arce. «Escribir el libro surge como consecuencia de todo lo que se ve en la consulta y de la propia crianza de tus hijos. Con la maternidad eres capaz de ver las cosas desde los dos lados: como profesional y como padre o madre. Ganas en empatía y eres capaz de comprender ciertas circunstancias. Luego la ciencia es la ciencia, que exige que sigas formándote para aplicar tus conocimientos científicos. Pero la parte relacional creo que sí cambia un poco. Ser madre y pediatra te hace más fácil identificarte con determinados problemas y circunstancias».
El libro se estructura en seis grandes secciones. En ‘El nacimiento’, se aborda el embarazo y los temores más frecuentes sobre el parto, así como la prematuridad o la exploración neonatal; en ‘El recién nacido’ habla de temas como la lactancia, las vacunas, el sueño; en ‘A partir del primer año’ se trata el desarrollo psicomotor, el gateo, el control de esfínteres, mamitis, rabietas, alimentación, escuela... Los otros capítulos son ‘El entorno social y las relaciones afectivas’; ‘Si el niño se pone malito (primeros auxilios para padres)’, y ‘En la consulta con el pediatra (manual para padres y niños)’, donde se exponen también temas como la crisis de valores que sufre la sociedad, a juicio de la doctora Arce. «Creo que hay una crisis de valores, porque se prima el consumismo, cosas que seguramente no son las más saludables para el futuro», afirma. «Seguramente hace falta decir más veces que ‘no’, y lo digo en primera persona, porque tenemos muy consentidos a los niños».
Consejos para disfrutar de la paternidad
¿Dar el pecho es la mejor y única opción? La pediatra no duda en recordar que la leche materna es el alimento más adecuado para el recién nacido y el bebé en sus primeros años de vida. Y es un acto que debe hacerse «sin angustia ni sufrimiento». También dice que «las mamás que alimentan con biberón a sus hijos no son peores madres» que las que le dan el pecho. «Cada mujer debe elegir libremente qué es más adecuado en su caso. Eso sí, debe estar informada y contar con soporte que le oriente».
Pasar de las vacunas: ¿la mejor decisión? La tendencia cada vez más de moda de no vacunar a los niños es algo que preocupa a muchos médicos. La doctora señala cinco razones para cumplir con el calendario de vacunación: salvan vidas; son seguras; es un derecho básico del niño; los brotes suponen una amenaza importante a la salud pública, y es una medida muy efectiva en relación con su coste. «La vacunación es la principal medida preventiva que tenemos en el mundo. Lo que pasa es que no se valora, porque hemos dejado de ver algunas enfermedades».
Cuidado con la ‘percentilitis’. Un percentil (relación peso o talla) más bien bajo suele convertirse en una gran preocupación para los padres durante las revisiones con el pediatra. Pecar de ‘percentilitis’ no es lo más recomendable. «Hay que dejar de preocuparse solo por el tamaño y el peso. Se trata de que el niño crezca de forma saludable».
Colecho, ¿es bueno dormir con los niños? La práctica del colecho (que el niño duerma con los padres en la misma cama) genera controversia debido a que ha sido relacionada con el riesgo de muerte súbita. Sin embargo, para la doctora Arce, «en ausencia de factores de riego (consumir alcohol o drogas, dormir en superficies blandas y no planas, dormir con otras personas que no sean los padres, usar almohadas, tener obesidad mórbida), y teniendo en cuenta ciertas medidas de seguridad, los padres de- ben hacer lo que consideren pertinente». El colecho además puede beneficiar la práctica y el mantenimiento de la lactancia materna, un factor protector contra la muerte súbita del bebé.
Manejo del tiempo libre. Las extraescolares. Las actividades extraescolares no deberían restar tiempo para el juego, el descanso o para pasar tiempo en familia. «Deben hacerse con equilibro, sin que ocupen tantas horas de la semana», dice. «Además soy partidaria de que sean actividades creativas, más que las mismas que realizan en el cole».
Participación del niño en tareas del hogar . Desempeñar tareas en el hogar hace al niño partícipe de responsabilidades dentro del núcleo familiar. Ayudar a arreglar la cama, ordenar la habitación... «Hay que ir pactando con todos en la casa. Más que pedir ayuda, se trata de establecer las necesidades de cada uno y las conjuntas, y hacer que desde pequeños participen en las tareas del hogar, ya que sacar una casa adelante es un proyecto familiar que debe realizarse en conjunto». En el libro se detallan las actividades que pueden realizar, clasificadas por rango de edad: de 2-3 años, de 4-6 años, de 7-12 años y de 13-18 años.
¿El mejor momento para ir a la guardería? «Cuanto mayor es el niño, su sistema inmune será más maduro y es más fácil que se enferme menos. Aunque esto no es matemático, sí es verdad que entre los 18 y los 24 meses hay un salto cualitativo muy importante, y hay una gran diferencia entre los niños que entran a estas edades a la guardería y los que lo hacen más pequeños. Las guarderías existen porque las madres trabajamos. Si no fuera así, estarían siempre en casa. La decisión es muy personal, depende del gusto particular de los padres y de cómo piense la familia, así como de su economía familiar, entre otros factores a tener en cuenta», explica la experta.