Las crisis en niños asmáticos aumentan en el inicio del curso escolar, según la Sociedad Española de Inmunología Clínica, Alergología y Asma Pediátrica (SEICAP), debido, en parte, a que la mayoría de los niños, que no tienen síntomas en verano, abandonan la medicación por recomendación de los pediatras alergólogos. “Muchos niños asmáticos mejoran en verano por lo que solemos suspenderla”, explica el doctor Jaime Lozano, del Servicio de Inmunoalergia del Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona y miembro del Grupo de Trabajo de Alergia Respiratoria de SEICAP.
El mayor contacto directo con otros menores, lo que aumenta las infecciones respiratorias, o con alérgenos como ácaros de polvo y los cambios de temperatura y humedad, propios del mes de septiembre, incrementan las visitas de niños a urgencias y los ingresos hospitalarios ante la agudización de su enfermedad asmática, según la SEICAP.
Recomendaciones para prevenirla
En España, uno de cada diez niños sufre inflamación permanente de los bronquios, conocida como asma. Los síntomas suelen ser una tos seca, pitos, fatiga, dificultad al respirar y opresión en el pecho, ocasionados por una infección o una alergia. Ante la proximidad del inicio de clases, los expertos aconsejan:
-Retomar la medicación de forma preventiva. “Deben volver a ella al menos dos semanas antes de empezar las clases, para prevenir las posibles crisis que se incrementan por el mayor contacto directo entre ellos y por los alérgenos ambientales como ácaros de polvo”, mantiene el doctor Lozano. “No es conveniente esperar a que aparezca una crisis”.
-Recordar que la medicina preventiva suele tardar varios días en hacer efecto.
-Si sufre un episodio de asma, “hay que administrarle un tratamiento de rescate que consiste en broncodilatadores a través de inhaladores, o con la ingesta de pastillas o jarabes”, afirma el doctor Lozano. “Si no mejora pasadas unas horas es necesario acudir al médico”.
-Usar sábanas de tejidos sintéticos, que deben lavarse a una temperatura de 60ºC y evitar la secadora.
-Barrer sin levantar el polvo y usar aspirador que tenga depósito de agua para limpiar bien todas las superficies.
-Las habitaciones de los niños es preferible que tengan suelos y paredes lisas y lavables, y no usar alfombras, peluches y otros objetos que acumulen polvo con facilidad.
-Intentar mejorar la comunicación con los profesores, con respecto a los problemas de asma, un aspecto que los especialistas recomiendan mejorar, sobre todo en otoño, cuando se producen el doble de episodios que en agosto, según un estudio publicado en la revista Pediatrics.