Las mujeres que cumplen con seis o más criterios de vida saludable, de las diez recomendaciones para la prevención del cáncer del Fondo Mundial de Investigación del Cáncer y el Instituto Americano de Investigación del Cáncer, logran reducir drásticamente el riesgo de cáncer de mama, especialmente si son mujeres posmenopáusicas y pacientes con receptores de estrógeno y progesterona positivo (ER+/PR+).
Así lo ha demostrado el estudio Epi-GEICAM, del Grupo Español de Investigación en Cáncer de Mama (GEICAM), que ha sido presentado estos días en la Reunión Anual de la Sociedad Americana de Oncología Médica.
En concreto, los resultados mostraron que el peso y la dieta son los factores externos que más influyen: el consumo de alimentos manufacturados y bebidas azucaradas es más evidente en las pacientes premenopáusicas y los tumores triple negativos; mientras que una dieta pobre en alimentos de origen vegetal se relaciona más con las mujeres posmenopáusicas y los tumores triple negativo. Asimismo, se observó que el consumo en exceso de alcohol está asociado con los tumores de mama ER+/PR+ y HER2-.
En opinión de la doctora doctora Marina Pollán, investigadora principal y jefa de servicio de Epidemiología del Cáncer del Instituto de Salud Carlos III, «el trabajo evidencia que la prevención del cáncer de mama podría ser posible siguiendo las recomendaciones internacionales. Los beneficios son mayores con un peso corporal adecuado, mediante la ingesta de más alimentos de origen vegetal y menos productos manufacturados, bebidas azucaradas y alcohol».
Las cifras del cáncer de mama. El cáncer de mama es el tumor más frecuente en las mujeres en todo el mundo. Según la Organización Mundial de la Salud, después del cáncer de pulmón, el de mama es el más frecuente en ambos sexos. En todo el mundo se producen más de un millón de nuevos casos al año y más de 400.000 mujeres fallecen por esta causa. En nuestro país, una de cada diez mujeres sufrirá un cáncer de mama y cada año se diagnostican cerca de 26.000 nuevos casos. Constituye la primera causa de mortalidad por cáncer entre la población femenina española