«Las restricciones que muchos países han puesto para la adopción internacional y el actual contexto económico, que hace que muchas parejas no puedan permitirse el coste de otros tratamientos de reproducción, han hecho posible que aumente la adopción de embriones». Así lo explica la doctora Marisa López-Teijón, jefa de Reproducción Asistida del Institut Marqués.
Según los datos que esta institución presentará hoy en el Congreso de la Sociedad Española de Fertilidad, en Barcelona, este es el tratamiento de reproducción que más ha crecido en los últimos años.
Los pacientes que acuden a este programa de donación/adopción son en un 72% parejas con problemas de esterilidad que han intentado sin éxito quedarse embarazadas mediante otras técnicas, un 18% son mujeres sin pareja y el resto son personas que acuden directamente a la adopción al no plantearse un tratamiento de reproducción por razones éticas o religiosas, señalan desde el Instituto.
En cuanto al perfil médico de los solicitantes, quienes ya han hecho otros tratamientos presentan una media de cuatro años de esterilidad e infertilidad, con más de cuatro intentos fallidos por término medio. En un tercio de los casos, se trata de personas que se han planteado o incluso han iniciado los trámites para adoptar a un niño.
El programa de adopción de embriones se creó en 2004 como respuesta a la acumulación de embriones congelados que permanecen en las clínicas sin que sus progenitores decidan el destino que quieren darles, informan desde el centro catalán, apoyado en la Ley de Reproducción Asistida 2006 donde es la institución quien decide en estos casos el destino que quiere darles: conservación, donación, investigación o destrucción.
