Según la ‘Encuesta Mayores’ del Ministerio de Sanidad y Política Social, la mitad de abuelos españoles cuida actualmente de sus nietos todos los días y uno de cada cuatro lo hace más de siete horas al día, según datos del Estudio Doble dependencia: abuelos que cuidan nietos en España, finalista de los Premios Caja Madrid de Investigación Social 2009.
Esto, que es un descanso y una inestimable ayuda para los hijos, puede provocar un sobreesfuerzo que acabe en cansancio y problemas de salud. Más aún en momentos como la llegada de primavera o el cambio de horario, que ponen a prueba la resistencia de todos, y especialmente la de las personas más vulnerables.
Los abuelos viven hoy en día un envejecimiento activo porque, además de sus responsabilidades, dedican cada vez más tiempo al cuidado de los nietos de forma cotidiana. Y, aunque se trata de una tarea gratificante, genera muchas veces una sobrecarga de actividad que, junto a una dieta desequilibrada, podría afectar al organismo, incluyendo al sistema inmunitario, tal y como señalan los expertos de la barcelonesa Clínica Planas.
Apatía, falta de vitalidad, confusión mental y, en casos extremos, depresión, pueden llegar a ser consecuencias de un cansancio continuado.
«Debido al cuidado de los nietos, los mayores de hoy en día forman una comunidad mucho más activa que hace algunas décadas. Una alimentación equilibrada que ayude al organismo y al sistema inmunitario es clave para garantizar un envejecimiento activo y saludable», explica el doctor Manuel Sánchez, especialista en nutrición antiaging de la Clínica.
«La nutrición cumple también un importante papel preventivo, cuanto antes se empiece, mejor se envejecerá, pero es importante que esta pauta nutricional sea diseñada y supervisada por un especialista que pueda ajustar la misma a las características y necesidades de cada persona», matiza el experto.
Así una dieta equilibrada y saludable que asegure un aporte adecuado de nutrientes, como las vitaminas, es clave para ayudar a nuestros sistemas a combatir la sensación de cansancio. En este marco, algunos hábitos de vida saludables también ayudan a mantener la vitalidad y cuidar la salud de los mayores. Por ello no hay que olvidar la importancia de: realizar 5 comidas al día; practicar una actividad física moderada, como salir a caminar, nadar o hacer pequeños ejercicios aeróbicos en casa; dormir una media de 8 horas y mantener una buena hidratación que puede ser complementada con zumos, caldos, infusiones o lácteos líquidos, que son también fuente de vitaminas y nutrientes.