La práctica de deportes en condiciones climáticas frías influye en los niveles de agua corporal debido a la pérdida de agua respiratoria y al sudor, pues la sudoración se desencadena no solo por el calor (temperatura ambiental), sino también por las corrientes de aire, la humedad, la intensidad y duración de la actividad física y la ropa. Durante una actividad física, la transpiración puede hacer que una persona pierda entre uno y dos litros por hora, pero puede llegar a ser hasta tres litros.
Para una adecuada hidratación en invierno, el European Hydration Institute recomienda:
-Beber con regularidad incluso cuando no se tiene sed, ya que esta se reduce con el frío.
-Las comidas juegan un papel muy importante a la hora de estimular la sed. Entre el 20 % y el 30 % del líquido que necesitamos proviene de los alimentos, y entre un 70% y un 80% de las bebidas de todo tipo.
-La piel requiere especial cuidado, el aire frío y seco al aire libre y la calefacción contribuyen a la eliminación de agua en la piel.
-La variedad de bebidas y sabores, desde los refrescos a los caldos o sopas ayudan a hidratarnos en invierno, y equilibrar la temperatura corporal.
-Evitar el alcohol, pues su efecto deshidratante determina que se necesite beber más líquido para contrarrestar esa pérdida de hidratación.
“El ejercicio físico intenso en la montaña, que se hace al practicar ski alpino o ski de fondo, aunque sea en condiciones de frío intenso, conlleva pérdida de líquido porque aumenta la temperatura interna de nuestro organismo y se ponen en marcha los mecanismos para eliminar ese aumento de calor, por medio de la sudoración”, asegura Nicolás Terrados, especialista en Medicina del Deporte y director de la Unidad Regional de Medicina Deportiva del Principado de Asturias-Fundación Deportiva Municipal de Avilés. “Otra razón de deshidratación es que, al estar en situaciones de altitud, se pierde más líquido por la ventilación pulmonar que a nivel del mar, ya que se suele hiperventilar y además al ser la humedad relativa del aire menor, se pierde más líquido por la respiración”.
Los grupos que tienen más riesgos son los deportistas expuestos a climas fríos, como esquiadores, esquiadores de fondo, alpinistas o corredores, los escaladores que ascienden a más de 1.600 metros de altura, y los niños, que “tienen más retardado que los adultos el mecanismo de la sed, por lo que, si hacen ejercicio intenso, hay que recordarles que beban líquidos”, dice el doctor Terrados.
EL European Hydration Institute recuerda que no mantener una hidratación inadecuada puede causar la disminución del rendimiento deportivo, cansancio, dolor de cabeza, malestar general, calambres musculares o aumento del ritmo cardíaco.