Las enfermedades cardiovasculares, como los ataques cardíacos y los accidentes vasculares cerebrales, siguen siendo la primera causa de muerte en el mundo, con cerca de 17 millones de fallecidos en 2011. Además, su aparición está aumentado en los últimos años, probablemente debido a la crisis económica que, como ha reconocido la Sociedad Española de Cardiología, tiene que considerarse como un factor de riesgo de primer nivel.
Concretamente en las personas mayores, las dolencias más comunes de este tipo son la insuficiencia cardiaca, la hipertensión arterial, la angor-cardiopatía coronaria, la enfermedad vascular periférica, las arritmias, el Ictus y el síndrome coronario agudo.
Según el doctor David Curto i Prieto, jefe de Gestión Asistencial de Sanitas Residencial, «los aspectos anímicos son importantes pues está comprobado que las situaciones de crisis emocionales, soledad, depresión, etc. aumentan la secreción de algunas hormonas como el cortisol, que pueden estar relacionadas con el incremento de episodios cardiovasculares».
Los síntomas iniciales pueden variar en función de las características agudas o crónicas de la patología a la que nos enfrentemos: desde ahogos, palpitaciones y dolor torácico, hasta alteraciones cognitivas, cefalea, síncope…
Prevención
Así además de cuidar la salud mental, algo a lo que también ayuda el tan recomendado ejercicio físico y una dieta sana y equilibrada, se deben evitar factores de riesgo como la obesidad, el sedentarismo y el tabaquismo, amén de controlar la diabetes y la tensión arterial.
Limitar las grasas y hacer dietas más ricas en verduras y pescado también ayuda no solo a la salud del organismo sino a hacer que nos sintamos mejor. De hecho, son las frutas y las verduras las que nos ayudan a sentirnos relajados.