Hasta ahora se conocía que los zapatos de punta estrecha producían deformidades óseas a largo plazo pero no se tenía constancia de la relación entre la altura de los tacones y la aparición de juanetes, pero un estudio reciente demuestra la relación entre la deformidad del pie y la altura del tacón. Cuando son altos, como los que utilizan entre el 39% y el 80% de las mujeres a diario, provocan una deformidad crónica en los huesos del pie, llamada “hallux abductus valgus” (HAV), más conocida como juanete, según una investigación presentada en el Congreso Mundial de Podología, y realizado en la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid, con la colaboración con la Clínica Cemtro.
“Hasta ahora se conocía que los zapatos de punta estrecha producían deformidades óseas a largo plazo, pero no se tenía constancia de la relación entre la altura de los tacones y la aparición de juanetes”, explica el doctor Rubén Sánchez-Gómez, del Servicio de Podología de Clínica Cemtro y autor del estudio en el que participaron 80 mujeres sin deformidades previas en el pie.
El resultado lo explica el doctor Sánchez-Gómez: “Los dos huesos que se desvían en el HAV, esto es, la falange proximal del hallux y el primer metatarsiano, lo hacían según se aumentaba la altura de los tacones, y cuando se quitaban el tacón, el dedo volvía a la normalidad. Así, la investigación demuestra que usar, de manera continua unos tacones con más de 3 cm de altura provocará la pequeña desviación de los huesos que, a la larga, producirá la deformidad ósea”.
La investigación, que contó con la colaboración de los doctores Ricardo Becerro y Marta Elena Losa, estima que el juanete afecta a casi un 60% de las mujeres mayores de 50 años y son causa frecuente de dolor en el pie y provoca alteraciones en la pisada que pueden conllevar otro tipo de problemas secundarios, afectando incluso a la columna lumbar.