La mayoría de las personas que acuden a un especialista en nutrición lo hace por motivos estéticos, y no por salud. Es una tendencia que atañe tanto a mujeres (70% de los casos), como a hombres (60%), según un estudio de Nutrición Center. La principal preocupación que tienen es la de adelgazar: 68% del total acuden al nutricionista para perder peso: menos barriga, eliminar la celulitis y reafirmar la piel es lo que más buscan las mujeres entre 30 y 59 años.
Por razones de salud, como combatir la anemia, hipertensión, diabetes o colesterol alto, menos de la cuarta parte acude al nutricionista: 24,5% en los hombres y 23% en las mujeres. En menor medida, las consultas son para mejorar la alimentación, sin que medie ninguna enfermedad.
En cualquiera de los casos, el especialista toma las medidas de peso de cada paciente, realiza un estudio del índice de masa corporal y del de grasa corporal total y abdominal. A partir de ahí comienza un seguimiento para evaluar la evolución de cada uno y apreciar cómo responde ante los diferentes alimentos. Cada personas es diferente y requiere un tratamiento personalizado para que sea eficaz y específico.
Lo más recomendable es que, aun cuando el paciente alcance su peso ideal, mantenga la revisión periódica con el médico.