El Hospital Universitario de Valme de Sevilla desarrolla una actividad formativa dirigida a pacientes que van a ser sometidos a cirugía, así como a sus cuidadores. Dicho taller se basa en la metodología participativa de las escuela de pacientes y pretende que los ciudadanos “asuman más participación en su proceso de salud corresponsabilizándolos en su mejoría”.
Según un comunicado de la Consejería de Salud y Bienestar Social, en este taller realizado por el Aula de Seguridad Clínica del Paciente Quirúrgico, “el paciente es parte activa y responsable de su formación en salud. En el desarrollo de la actividad, este transmite a otros pacientes y profesionales sanitarios sus experiencias, emociones, temores, conocimientos sobre el proceso de salud en el que está inmerso”.
Para lograr sus objetivos, los responsables del Aula utilizan una metodología que tiene en cuenta tres aspectos: la institución, el paciente y el profesional médico. “En el apartado de la institución, se describen los instrumentos con los que cuenta el hospital para garantizar la seguridad en el proceso quirúrgico. Desde la perspectiva del paciente, se identifican todos los aspectos en los que el paciente debe ser corresponsable, junto al equipo de profesionales sanitarios que participan en el proceso asistencial (identificación de las patologías del paciente, sus alergias, la conciliación de la medicación…) Y desde la óptica profesional, el personal médico está obligado a prestar una atención sanitaria con los mejores niveles de calidad asistencial disponibles haciendo de catalizadores entre el hospital y el paciente”, explican.
Los pacientes reciben el ofrecimiento de participar voluntariamente en la actividad cuando son atendidos en la consulta de preanestesia. El taller utiliza materiales audiovisuales para hacer llegar la información a los pacientes, que incluye apartados de simulación de situaciones reales. Se lleva a cabo en una sesión que comprende cuatro bloques temáticos: la seguridad clínica institucional, la corresponsabilidad del paciente en su propia seguridad clínica, el profesional sanitario y su compromiso con la seguridad clínica y, finalmente, elaboración de conclusiones.
