1. Acuda a su médico para que le oriente y pacte con él unos objetivos alcanzables.
2. Realizar cinco comidas al día y planificar de antemano lo que se va a comer (sobre todo en fiestas).
3. Ir a comprar con una lista cerrada y preparar las comidas cuando no se tiene hambre.
4. Establecer un horario fijo para las comidas, comer sentado y sin prisas e intentar comer siempre en el mismo sitio.
5. Utilizar platos pequeños, masticar lentamente y a pequeños bocados y no comer dos cosas a la vez.
6. No realizar otras tareas mientras se come (como ver televisión).
7. Beber entre litro y medio y dos litros de agua al día.
8. No picar entre horas y evitar los fritos y los rebozados.
9. Buscar apoyo en la familia.
10. Utilizar condimentos e intentar ser creativos en la cocina y apartarse de la monotonía.
11. Evitar aportes calóricos sin valor nutritivo (refrescos, alcohol).
12. Complementar la dieta con ejercicio físico adaptado a su estado.
13. Conseguir una pérdida de peso entre medio y un kilo por semana es correcto.
14. Una vez conseguido el objetivo hay que hacer una dieta de mantenimiento. Este paso es muy importante ya que la obesidad es un trastorno metabólico crónico y los pacientes tienen tendencia a recuperarlo. En esta fase es fundamental tener un contacto estrecho con su médico para poder ir corrigiendo pequeñas desviaciones en el peso.