La bacteria Streptococcus pneumoniae (neumococo) puede producir enfermedades graves como meningitis, neumonía, empiema, septicemia y otras menos graves como otitis y sinusitis.
El punto de partida de la infección suele ser la nariz y la garganta, donde esta bacteria puede permanecer sin causar enfermedad alguna.
Pero los neumococos pueden transmitirse muy fácilmente de niño a niño a través de la tos y los estornudos y son precisamente ellos, los niños pequeños, especialmente los bebés, los más expuestos y vulnerables a estas enfermedades dado que aún no han desarrollado por completo las defensas de su sistema inmune.
La bacteria que causa estas infecciones, la citada Streptococcus pneumoniae, es cada vez más resistente a los antibióticos usados habitualmente, lo que convierte a la vacuna antineumocócica conjugada en el método más eficaz de proteger a los niños menores de cinco años.