En época de piscinas y calor hay que tener cuidado con los niños porque el exceso de cloro de las piscinas puede hacer que el niños desarrolle síntomas asmáticos. Esta posibilidad aumenta según la edad, el tiempo que pasa en el agua y la temperatura. Mientras menos edad tenga (menos de 7 años), más esté sumergido en la piscina, e ingiriendo el agua clorada, y mayor sea la temperatura del líquido, hay más probabilidad de asma.
Esto se debe a que los niños pequeños no saben nadar y chapotean en el agua, con lo que ingieren cloramina, una sustancia que se crea a partir del cloro que se usa para mantener cristalina el agua y el sudor, la saliva y la orina que hay en la piscina.
El resultado de esta mezcla, la cloramina, puede lesionar el epitelio pulmonar y provocar síntomas asmáticos (tos, pitos en el pecho y ahogo) o desencadenar asma en niños predispuestos (atópicos), según Neumosur, una asociación de neumólogos y cirujanos toráxicos de Andalucía, Extremadura, Ceuta y Melilla. Los niveles de cloramina son mayores en piscinas cubiertas, calientes, con usuarios que no se duchan antes de entrar al agua y con exceso de cloro.
Consejos de los expertos
Las recomendaciones para la utilización de la piscina que hace Neumosur son:
1. Comprobar que las instalaciones reúnen los permisos y condiciones adecuadas.
2. Evitar el baño cuando se sospeche por el olor un exceso de cloro o un inadecuado mantenimiento de condiciones higiénicas.
3. Tratar de que los niños no traguen agua. Enseñarles a nadar bien.
4. Evitar baños y exposiciones demasiado prolongadas en la piscina.
5. Ducharse antes de bañarse y exigir que los demás lo hagan, incluyendo a los niños.
6. Usar y exigir el uso de pañales específicos para el baño en menores.
7. Tener especial cuidado con los menores de 3 años o con antecedentes asmáticos.
8. Fomentar en los niños asmáticos hacer deporte, como la natación, teniendo en cuenta las condiciones que pudieran ser contraproducentes.
9. Optar por piscinas al aire libre en lugar de las cubiertas.
10. Cuanto más fría el agua, menor riesgo, aunque se deben evitar cambios bruscos de temperatura.
