Un estudio llevado a cabo por investigadores del National Heart Lung and Blood Institute con 370 niñas de 14 años a las que se evaluó el nivel de hormonas sexuales, de glucosa y de insulina, la presión arterial, el peso, la altura y el perímetro abdominal, concluyó que la irregularidad menstrual tras el primer período puede ser signo de propensión a la obesidad, a la diabetes y, por tanto, a la enfermedad cardiovascular.
Otro estudio, publicado en Journal of the American Medical Association, coincide en alertar que la irregularidad de los ciclos menstruales se relaciona con algún tipo de enfermedad. Allí, los investigadores del Brigham and Women aseguran que las mujeres con ciclos menstruales de más de 40 días entre un ciclo y el siguiente tienen más riesgo de desarrollar diabetes del tipo 2, después de evaluar más de 100 mil mujeres entre 18 y 22 años de las que se registró su patrón de ciclo menstrual habitual.
Además se observó una tendencia a aumentar de peso, y ya a los 18 años podían tener un Índice de Masa Corporal igual o superior a 30, lo que las hacía propensas a sufrir diabetes. En concreto, eran 4 veces más propensas que las mujeres con IMC de 25 y con ciclos menstruales regulares.
El sobrepeso se asociaba al crecimiento excesivo de vello, a la infertilidad ovulatoria y a la diabetes gestacional, y la diabetes aumenta de dos a cuatro veces el riesgo de morir por enfermedades del corazón.
Un estilo de vida saludable reduce el riesgo
“En ambos estudios se demuestra, así, que las mujeres que tienen patrones de ciclos menstruales irregulares tienen también un mayor riesgo cardiovascular ya que aumenta su propensión a los principales factores de riesgo”, explica el doctor Enrique Galve, presidente de sección de Riesgo Vascular y Rehabilitación Cardiaca de la Sociedad Española de Cardiología. “Tanto los períodos irregulares como la diabetes y la obesidad, tienen un origen hormonal y metabólico, lo que puede explicar que estos problemas aparezcan de forma simultánea o de manera sucesiva”.
Para evitar desajustes hormonales, la Fundación Española del Corazón (FEC) recuerda que el mejor remedio es adoptar hábitos de vida saludables y, si se tiene más de 25 de IMC, perder 5% del peso corporal para disminuir los problemas de fertilidad y equilibrar los desajustes hormonales. “Este es el mejor método no farmacológico para prevenir la diabetes, la hipertensión arterial, los niveles de colesterol y las enfermedades cardiovasculares”, asegura el doctor Galve.