Imagine entrar al museo y enfrentarse a una pregunta: Cómo como. El espectador se convierte en actor. La observación en experiencia. El usuario meterá lo que consume a diario y el programa informático le dirá si tiene una dieta equilibrada a través de su correo electrónico. El visitante prosigue su itinerario por el recinto museístico y llega a una mesa de comedor, donde podrá sentarse. Ahí tendrá un menú de lo más servido en once países y podrá elegir los dos primeros platos principales y el postre. Su decisión será analizada por otro software que le dirá si ha conseguido, a partir de tal oferta gastronómica, una dieta saludable. Todo esto forma parte de la instalación que se encuentra en el Parque de las Ciencias, de Granada, en la exposición ‘Nutrición, impulso vital’.
La muestra consta de programas interactivos como estos dos ya mencionados (‘Cómo como’ y ‘Sentarse a la mesa’), modelos 3D de la pirámide alimentaria, escenografías, piezas de patrimonio, audiovisuales y talleres, siempre enfocados a mantener una buena salud y un compromiso con el medio ambiente. “Hay muchas formas de alimentarse, pero solo una de nutrirse”, dice el profesor Ángel Gil, catedrático de Bioquímica y Biología Molecular de la Universidad de Granada, presidente de la Fundación Iberoamericana de Nutrición (FINUT) y director científico de la exhibición. Un lema que también se acuña en la muestra.
El paseante entrará también a un mercado, donde hay una decena de puestos, cada uno con un mensaje sencillo sobre cómo lograr mejorar los hábitos alimenticios. Cada puesto de venta es una demostración instructiva de que:
-Somos agua.
-Los cereales están en la base de nuestra alimentación.
-Comer frutas y hortalizas de cinco colore
-El oro líquido para nuestra salud es el aceite de oliva.
-Los lácteos fortalecen los huesos.
-Las legumbres y los frutos secos son buenos aliados.
-La salud viene por el mar.
-La carne y los huevos construyen nuestro cuerpo.
-Existen unos pocos productos de los que conviene no abusar.
-Nuestro futuro se alimenta de la dieta mediterránea.
Al final del recorrido, un audiovisual donde se recrea la historia de la nutrición desde la prehistoria hasta la nutrigenómica, algo que suena a ciencia ficción pero que formará parte de la alimentación del futuro.