El movimiento como medicina
Se calcula que el 41,1 por ciento de los empleados sufren de las lumbares, el 27 de las cervicales y el 26,6 de la zona dorsal. Aun así, los hombros (por la manipulación y las posturas forzadas) y las muñecas (sobre todo en los puestos que se necesita hacer mucha fuerza) preocupan a más personas cada vez. Pero el movimiento se puede usar como medicina en estos casos.No es bueno que el trabajo te dé la espalda, pero es igual de malo que te dejes la espalda en el trabajo. El 74,2 por ciento de los asalariados españoles sufre algún tipo de dolor muscular, según un estudio del Instituto Nacional de Estadística (INE). Esto lastra la productividad, rebaja los resultados económicos y dispara el número de bajas laborales.
Nadie duda de que hay que tomar medidas para mejorar su salud, aunque muy pocos deciden tomarlas. «Si yo tengo unos empleados saludables, mi empresa va a funcionar mucho mejor y si además están satisfechos van a ofrecer mucho más a la compañía», considera Edurne Jiménez, responsable de programas de salud de la cooperativa Athlon.
Habla con conocimiento de causa porque, desde hace casi 20 años, esta firma guipuzcoana plantea la necesidad de mejorar la calidad de vida de los trabajadores y, como consecuencia, también de las empresas.
Fueron pioneros en el país y por eso tuvieron que fijar sus ojos en ejemplos foráneos, como los países escandinavos y EE UU, e importaron la idea de crear cursos de formación para disminuir los problemas de espalda, concienciar de la importancia de una dieta sana y prevenir los riesgos cardiovasculares.
Durante mucho tiempo se ha errado intentando adoctrinar sobre este tipo de temas. Por eso, Athlon forma a los trabajadores, cada cual se marca los objetivos de manera autónoma y, eso sí, esta cooperativa con sede en Mondragón guía, asesora y realiza un seguimiento. Porque, ¿de qué vale colocar la silla a una altura adecuada si luego no se utiliza de forma correcta? «La empresa te tiene que dar recursos, pero tú eres el responsable de tu salud y quien tiene que hacer cosas para estar sano», afirma Jiménez.
En plena reconversión industrial de los noventa y en un ambiente de crisis parecido al actual, Athlon se planteó la necesidad de mejorar la calidad de vida entre los empleados y, consecuentemente, de las compañías. «Íbamos y les decíamos que, aparte de las responsabilidades salariales, podían facilitarles a sus trabajadores formación y herramientas para mejorar su salud. Era un auténtico cambio de cultura empresarial», recuerda Jiménez y subraya que «la responsabilidad de los patronos no se limita a las ocho horas de trabajo».
Más que productividad
Hasta 1995, ni tan siquiera existía una ley de prevención de riesgos laborales en España. Esta legislación –todavía vigente- fue más allá de la simple productividad y empezó a tener en cuenta la protección de los trabajadores.
«Para nosotros fue, de alguna manera, un empuje. Había compañías que aunque solo fuera por el aspecto legal se planteaban hacer algo, se ponían en contacto con nosotros y visto cuales eran los resultados pues le daban una continuidad », destaca la responsable de programas de salud. Cada empresa es un mundo. Tiene sus propios problemas y, por eso, a todas no se les trata con el mismo método. No todas tienen las mismas necesidades.
Caja Laboral fue una de las primeras clientas de Athlon. En su caso, el problema era el creciente riesgo de problemas cardiovasculares y, tras realizar unos exhaustivos chequeos médicos, la solución fue cambiar los hábitos de alimentación de los empleados y reunirles en grupo para iniciarles en el ejercicio físico.
Pero la entidad financiera fue globalizándose con el paso de los años y, no por ello, los empleados de esas sucursales repartidas por todo el país perdieron esa oportunidad y gozan de un asesor personal ‘online’ que les realiza un seguimiento.
El caso de Copreci poco tenía que ver también con el anterior. Los empleados de esta fábrica de componentes para electrodomésticos sufrían problemas de espalda, muñecas y codo. Para ello, y tomando como ejemplo la automovilística Volvo, crearon un espacio dentro de la empresa con espalderas y esterillas en donde se les enseña a los trabajadores cómo es su cuerpo, cuáles son los factores de riesgo que pueden provocar problemas y cómo pueden prevenirlos.