La exposición a radiaciones ionizantes en la infancia, causados, por ejemplo, por tratamientos con radioterapia o por accidentes industriales o nucleares, es el factor que puede desencadenar el desarrollo de cáncer de tiroides, un tumor que apenas significa entre el 1 y el 2% del total de cánceres, pero, al mismo tiempo, es responsable del 92% de los casos de neoplasias malignas en órganos endocrinos. Descartada la relación de este cáncer con el consumo de tabaco y la contaminación ambiental, otra de las causas probables es el déficit de yodo y el componente genético en un 40%.
La prevalencia va en aumento, y en España se diagnostican 2,1 casos anuales por cada 100.000 habitantes. Lo curioso es que las mujeres lo sufren tres veces más que los hombres: 6 casos al año por cada 100.000 habitantes. El aumento de los datos de incidencia se debe a que las técnicas de diagnóstico precoz han mejorado con los años, sobre todo el estudio ecográfico y la punción aspirada. Gracias a estos avances, se puede monitorizar cánceres de pequeño tamaño.
Más diagnósticos tempranos
“Han mejorado las técnicas de vigilancia, como la aparición de un marcador tumoral, llamado tiroglobulina, que es muy sensible y específico”, dice la doctora Elena Navarro, endocrinóloga del Hospital Universitario Virgen del Rocío de Sevilla. “También la ecografía cervical para detectar posibles ganglios cervicales o rastreos de radioyodo”.
Gracias al desempeño de la sanidad española, la tasa de mortalidad es menor que la media europea: cada año, 0,53 por cada 100.000 personas en el caso de los varones, y 0,68 por cada 100.000 personas, en mujeres. “Es lo que hace que en la mayoría de los casos sea un tumor con buen pronóstico”, asegura la doctora Navarro, quien ha dado a conocer estos datos en el 55 Congreso Nacional de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición celebrado recientemente.
Este tipo de neoplasia, además de ser más frecuente en mujeres, incrementa su prevalencia con la edad hasta alcanzar el máximo pico entre los 45 y los 64 años en mujeres, y entre 50 y 64 años en los hombres.