Botiquín médico básico
Artículos para primeros auxilios:esparadrapo, antiséptico para heridas, vendas, gotas oculares emolientes, repelente de insectos, tratamiento para las picaduras de insecto, descongestionante nasal, sales de rehidratación oral, tijeras e imperdibles, analgésico simple (v.g. paracetamol), apósitos esterilizados, termómetro clínico, protectores solares y tapones para los oídos.Provistos con todo lo necesario, llegamos a nuestro destino. Pero tampoco ahora podemos dejar de observar ciertas precauciones y tener en cuenta que los aborígenes podrán hacer cosas que, sin embargo, nuestro cuerpo no resistiría por estar acostumbrados a otras condiciones higiénicas y de salubridad.
Las principales normas a tener en cuenta son: tener cuidado con los vectores que transmiten enfermedades, que esencialmente van a ser mosquitos, garrapatas, agua y alimentos; precaución con la luz solar y con los accidentes de tráfico.
«Muchos viajeros tienen que ser hospitalizados o fallecen por accidentes, de hecho es esta la causa más frecuente de muerte cuando viajamos. Lo que hay que hacer es no ir en vehículos que no respondan a unas normas de seguridad o con conductores con los que aquí, que tenemos mejores carreteras, no montaríamos», matiza Herrero.
Normas de higiene básicas
Con el fin de minimizar el riesgo de diarreas, una de las enfermedades más frecuentes del viajero, se recomiendan estrictas normas de higiene como: lavarse las manos antes de comer, beber agua embotellada, evitar los zumos naturales y cubitos de hielo, consumir fruta pelada por nosotros y verdura lavada y desinfectada convenientemente.
Si a pesar de todo sufrimos de diarrea, se recomienda reponer la pérdida de líquidos con una solución de agua y suero.
En las farmacias locales de muchos sitios pueden adquirirse paquetes de suero en polvo, aunque ante la duda es aconsejable ir provisto de ellos.
Ojo con los insectos y el sol
El uso de repelentes para mosquitos e insectos está más que indicado en países en los que las picaduras de estos pueden ser, como poco, muy molestas. Más aún en un país en el que sabemos que haya habido brotes de dengue, enfermedad transmitida por el mosquito Aedes Aegpti y que en su forma hemorrágica más grave puede llegar a causar la muerte si no es atajada oportunamente, o en los que haya riesgo de malaria (da igual que estemos tomando el medicamento contra el parásito).
En este último caso, es bueno tener en cuenta que los mosquitos portadores son de hábitos nocturnos, por lo que se recomienda extremar las precauciones por la noche y, de ser necesario, dormir con mosquitera o con algún sistema que repela los insectos.
Si tenemos intención de adentrarnos en la selva, la ropa adecuada serán botas con una suela fuerte, pantalones largos, camisetas de manga larga y gorras o sombreros que nos cubran la cabeza. Y es que otro de los grandes riesgos son las insolaciones, golpes de calor, quemaduras en la piel y todos los efectos adversos que un sol más fuerte que al que estamos acostumbrados pueda ocasionarnos.
En países como Perú, uno de los países más demandados por los viajeros, hay que saber que en la sierra, por encima de los 3.000 metros, puede afectar el mal de altura o «soroche». Para ello se recomienda descansar cuando se llegue a un destino elevado, ingerir alimentos ligeros y tomar infusiones.