Tras un proceso que ha durado cinco años, los aceites de oliva que cumplan con los requisitos del Reglamento (UE) 432/2012 de 16 de mayo podrán utilizar las siguientes alegaciones, que hacen mención a sus propiedades sobre la salud.
La primera incide en la contribución de los polifenoles a la protección de los lípidos de la sangre frente al daño oxidativo (los efectos beneficiosos se logran a partir de una dosis diaria de 20 gramos).
En segundo lugar podrán afirmar que son ricos en vitamina E, que contribuye a la protección de las células frente al citado daño oxidativo. Adems, a estas propiedades hay que añadir que, al tener como componente fundamental el ácido oleico, una grasa insaturada, contribuyen a mantener niveles normales de colesterol sanguíneo.
Así el consumidor ya puede consultar en las etiquetas las propiedades de este alimento. De momento, aún sigue abierto el proceso para la aprobación de aquellas alegaciones que hagan menciones a la reducción del riesgo de enfermedades, así como las referidas al desarrollo de la salud de los niños.