Hay un miedo innato al individuo (hay que tener en cuenta que el ser humano, a diferencia de otras especies, nace completamente indefenso). Es el miedo al abandono, a no ser querido o aceptado y nos perseguirá durante toda la vida.
«Yo he sido médico en orfanatos y he visto a niños pequeños que crecían con la certeza de que su madre biológica nunca los había querido. Tengo en mente el caso de una mujer que hasta llegó a pedir una cesárea para no sentir ni los dolores de parto ni escuchar llorar al bebé ni nada. A la fuerza, esa criatura en aquel momento tuvo que sentir ese rechazo, tuvo que percibirlo de algún modo, y eso le afectó muchísimo posteriormente », explica el el presidente de la Sociedad de Psiquiatría Infantil de la Asociación Española de Pediatría (AEP), Josep Cornellà Canals.
En general, si el niño al nacer no se encuentra con unas figuras paternas que le den apoyo, su adaptación no será la normal. No tendrá esa vinculación segura con el entorno que da el que te cojan en brazos, que te cuiden… «De hecho, en estos casos de abandono se da una vinculación tan desorganizada que puede llevar a situaciones traumáticas de la personalidad muy graves», matiza el doctor Cornellà. Así agarrar el pecho de la madre o coger los dedos no deja de ser un reflejo de necesitar ese punto de amarre con la vida.
«¿Ahora, quién va a cuidar de mí?»
Ese terror a quedarse solo, indefenso ante la vida, es uno de los que sufre el niño ante un proceso de separación de los padres. «¿Quién va a cuidar de mí ahora?» se convierte en una pregunta preocupante ante ese nuevo clima que vive en casa, una situación que son capaces de notar entre los 12 meses y los 2 años, sobre todo si hay un clima de preseparación.
Las malas caras, las discusiones, que cada cónyuge vaya por su lado, etcétera, generan una situación ción grave de desorientación para el pequeño que piensa: «¿Y yo, dónde quedo?». Según el doctor Cornellà, lo mejor para evitarle dolor y trauma al hijo es hablarle y explicarle todo muy bien y, sobre todo, es importantísimo dejarle muy claro que pase lo que pase ellos seguirán siendo sus padres y siempre van a estar a su lado.