Un rayo de luz en el tratamiento de la artritis psoriásica
Sus causas concretas siguen siendo desconocidas y los medicamentos existentes para mitigar sus peores manifestaciones resultan escasos. Por eso, cualquier avance en el combate de los signos y los síntomas de la enfermedad de Behçet, un trastorno poco común de carácter crónico que provoca úlceras orales y genitales, lesiones cutáneas e inflamaciones en las articulaciones y los vasos sanguíneos de la retina que pueden llegar incluso a derivar en ceguera, es acogido con gran esperanza por quienes la padecen. Así ocurre con los resultados del estudio en fase II del tratamiento con apremilast que fueron presentados durante la Reunión Anual del Colegio Americano de Reumatología, celebrada del 25 al 30 de octubre en la localidad californiana de San Diego.
Para llevar a cabo su estudio, los investigadores conformaron dos grupos de pacientes. A los que integraban el primero se les administró una dosis de 30 miligramos de apremilast, un inhibidor oral de la fosfodiesterasa 4 que opera de modo intracelular para modular una serie de agentes antiinflamatorios y proinflamatorios, dos veces al día. Mientras tanto, los componentes del segundo grupo eran tratados con placebo. El foco principal de atención serían las úlceras orales registradas al final de la duodécima semana de observación, al ser éste el signo más frecuente de la enfermedad de Béhcet, en tanto que otras manifestaciones como las úlceras genitales o las lesiones cutáneas eran consideradas de manera secundaria.
Los datos obtenidos al final de la investigación, que ya fueron adelantados en la reunión anual de la Liga Europea Contra el Reumatismo (EULAR) del pasado mes de junio, resultaron significativos. Mientras que el 100% de los pacientes con úlceras orales que fueron tratados con apremilast registraron una respuesta satisfactoria en la duodécima semana de tratamiento, el ratio bajó al 50% en aquellos otros a los que se les administró placebo. Los resultados beneficiosos de apremilast comenzaban a dejarse sentir en la segunda semana y se mantenían durante todo el periodo de tratamiento, sin que se apreciase gran diferencia en cuanto a los efectos adversos desencadenados por el producto de la compañía biomédica Celgene y el placebo.
“La enfermedad de Behçet puede impactar de manera importante en la calidad de vida de quien la padece. Además, actualmente son pocas las terapias disponibles para ayudar a estas personas, por lo que hay una necesidad evidente de dar una respuesta a este grupo de pacientes”, destaca Gulen Hatemi, catedrático de la Facultad de Medicina Cerrahpasa de la Universidad de Estambul (Turquía). “Los datos obtenidos con este importante estudio en fase 2 y el potencial que apremilast ha demostrado a la hora de tratar las úlceras orales asociadas a esta enfermedad rara resultan alentadores”, agrega este experto.
Es por esa razón que Celgene baraja presentar en los próximos meses la solicitud para que se dé vía libre a apremilast como nuevo medicamento destinado al combate de la enfermedad de Behçet, paso que ya dio en el primer semestre del año con el fin de obtener la autorización necesaria para que sea empleado en la lucha contra la artritis psoriásica. La compañía reclamará también a lo largo del último trimestre de 2013 su aprobación por parte de los organismos reguladores correspondientes para el tratamiento de la psoriasis, otra afección para la que se muestra eficaz.