A partir del primer estudio sobre la prevalencia de la apnea en niños obesos que se realiza en España, los neumólogos advierten de la elevada prevalencia encontrada y recomiendan la implementación de programas de detección precoz. “La elevada prevalencia registrada de niños obesos que sufren este trastorno del sueño hace necesario realizar exámenes para la detección de apnea en los niños de la población española con obesidad”, explica la doctora María Luz Alonso-Álvarez, neumóloga e investigadora principal del estudio Nanos, realizado por el Grupo de Investigación Integrada en Sueño de Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica. “Es necesario mejorar los cuestionarios de evaluación existentes y adaptarlos específicamente a la población infantil obesa con la finalidad de lograr mejores resultados de detección”.
El síndrome de apnea obstructiva es uno de los trastornos respiratorios del sueño y se asocia con un amplio espectro de consecuencias neurocognitivas, de comportamiento, cardiovasculares y metabólicas adversas, que son particularmente destacables en niños obesos. Entre los principales factores del desarrollo de la apnea infantil, la obesidad juega un papel importante en la fisiopatología de la apnea, junto a la hipertrofia adenoamigdalar.
El grupo de neumólogos, neurofisiólogos y pediatras de los hospitales Universitario de Burgos, Vall D´Hebron, Universitario de Santander, San Pedro de Alcántara de Cáceres, Universitario de Álava y Corner Children´s de Chicago, que participaron en el estudio, recomiendan desarrollar programas de concienciación de esta enfermedad en los pacientes pediátricos obesos sanos.
“La concienciación sobre el impacto de la obesidad en los trastornos del sueño en niños es una de las estrategias clave para prevenir la aparición de sus efectos negativos”, concluye la doctora Alonso-Álvarez. “También necesario diseñar herramientas de diagnóstico eficaces que permitan mejorar el abordaje y la salud respiratoria en la población infantil obesa”.
El estudio Nanos, publicado en la revista Sleep, tuvo como objetivo determinar la contribución de la obesidad y la hipertrofia adenoamigdalar en la apnea. “Se han evaluado los factores de prevalencia y riesgo de apnea del sueño en los niños obesos reclutados en la comunidad”, refiere la doctora Alonso-Álvarez. “También se han delimitado mejor los efectos potenciales del sueño perturbado en un panel de citoquinas inflamatorias y adipoquinas en una gran cohorte de niños obesos”.
Entre las conclusiones de la investigación, se describe que la obesidad es una condición inflamatoria indolente y persistente, y que esta inflamación sistémica contribuye negativamente en el sueño y en la alteración del intercambio de gases durante la respiración. “Los resultados obtenidos evidencian que la presencia de la apnea opera como colaborador independiente para el aumento de la inflamación sistémica que se produce en los niños obesos”, afirma la doctora Alonso-Álvarez. “Existe una asociación entre el índice de masa corporal y el tiempo total y la eficiencia del sueño, así como con la duración de la hipercapnia”.