A partir de los 65 años se puede comenzar a sentir que las fuerzas disminuyen, al igual que la resistencia y la función fisiológica. Es lo que se conoce como “fragilidad”, un trastorno que puede terminar causando discapacidad a medida que pasan los años, y que comienza a ser investigada para evitarla.
“Es un problema de salud relevante, que afecta entre el 8,5 y 20,4% de la población española mayor de 70 años, aumentando a medida que envejecemos, desde el 2,5-6% a los 70 años hasta el 18-38%en los mayores de 85 años, siendo más prevalente en mujeres que en hombres”, afirma el profesor Pedro Abizanda Soler, jefe de Servicio de Geriatría del Complejo Hospitalario Universitario de Albacete, durante el 56 Congreso de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG) y el 20 Congreso de la Societat Catalana de Geriatría i Gerontología (SCGG).
Entre las causas que podrían relacionarse con la fragilidad se encuentran una menor capacidad antioxidante, en la disfunción endotelial independiente de la enfermedad aterosclerótica, en niveles altos de estradiol (para las mujeres), en niveles bajos de testosterona (en mujeres obesas) y en una regulación a la baja de la expresión de microRNA.
Un problema que se puede prevenir
“Disponemos de nueve estudios epidemiológicos longitudinales que están aportando información relevante y novedosa para la atención sanitaria a las personas mayores”, mantiene el profesor Abizanda. “Al conocer algunos de los factores causales de este estado, se podrán, en un futuro, diseñar intervenciones farmacológicas o no farmacológicas”. Los estudios han hallado que puede ser prevenida y tratada potencialmente con intervenciones específicas como el ejercicio, la suplementación calórico-proteica, la vitamina D y la reducción de la polifarmacia.
Investigación en España
En España, la investigación en envejecimiento y fragilidad está comenzando a ser pionera. Por una parte, el Sistema Nacional de Salud prepara el “Documento de Consenso sobre la Prevención de la Fragilidad y las Caídas en la Persona Mayor”. Por otra, actualmente está en fase de reclutamiento e intervención el estudio MIDFRAIL, que dará respuesta a si una intervención multimodal basada en ejercicio, nutrición y control de la polifarmacia reduce la fragilidad en mayores diabéticos. “Debemos ser rigurosos en el empleo del término y liderar las políticas sanitarias de atención sanitaria a los mayores basadas en la fragilidad, discapacidad y edad”, concluye el profesor Abizanda.