El Herpes Zóster (HZ) es una enfermedad vírica frecuente y debilitante causada por la reactivación del virus varicela zóster, el mismo que causa la varicela, una enfermedad típica de la infancia que ha sufrido el 95 por ciento de los adultos en Europa.
Tras padecer la varicela el virus permanece latente en el sistema nervioso y puede reactivarse como HZ en cualquier momento, una enfermedad tan frecuente que se estima que aproximadamente 1 de cada 4 personas la desarrollará en su vida –la edad es el principal factor de riesgo de esta enfermedad, cuya incidencia es elevada a partir de los 50 años–.
Los principales síntomas iniciales del HZ son la cefalea, el cansancio y una sensación de malestar general. Aparece en la piel una zona dolorosa que produce una sensación ardiente o punzante con escozor y prurito que suele localizarse en el tronco, el cuello, la cara o el ojo. En pocos días esa zona dolorosa se convierte en erupción cutánea con ampollas que acaban, finalmente, en costras que cicatrizan. La mayoría de las personas se recuperan en un plazo de 2 a 4 semanas pero en algunos casos el HZ puede provocar complicaciones graves, como la Neuralgia Post Herpética (NPH).
¿Qué es la Neuralgia Post Herpética?
Es una de las complicaciones más severas y frecuentes del HZ y consiste en un dolor neurálgico persistente en el área de la erupción cutánea, incluso cuando ésta ha desaparecido, debido al daño de un nervio causado por el virus cuando avanza hacia la piel.
La NPH es mucho más frecuente en las personas ancianas; el 40 por ciento aparece en mayores de 70 años y, aproximadamente, el 65 por ciento en los pacientes mayores de 50 años.
El doctor Pedro Javier Cañones, secretario general de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia, explica que «este dolor neuropático por irritación directa del nervio se asemeja mucho a al que produce la corriente eléctrica, como si fuera una descarga. Por desgracia es muy frecuente e invalidante y afecta enormemente a la calidad de vida del paciente».
De hecho, cuando el dolor cursa agudo éste supera al dolor del parto, mientras que cuando el dolor cursa crónico es comparable con la fibromialgia.
El dolor descrito interfiere en el sueño y la realización de actividades diarias, por ello es un dolor que acaba afectando al ánimo porque «nadie con un dolor crónico e intenso puede tener su ánimo intacto y, por tanto, el impacto que tiene sobre la calidad de vida es tremendo, compromete absolutamente la calidad de vida de la persona que lo padece», afirma el doctor Cañones.
Otra de las complicaciones que puede ocasionar el HZ y que, según los expertos, afecta entre el 10-25 por ciento de los pacientes es el herpes oftálmico que puede provocar unas secuelas gravísimas como la ceguera.
Prevención
Si bien es cierto que los tratamientos actuales no son totalmente satisfactorios, especialmente en el caso de la Neuralgia Post Herpética, sí es posible prevenirlo gracias a la primera y única vacuna disponible para esta enfermedad, que se espera que en España se comercialice a lo largo de 2014. Esta vacuna se administra ya en otros países como Estados Unidos, Reino Unido –donde se vacuna a los 70 y 79 años- y Suecia. En Francia cuenta con recomendación y financiación para una cohorte de 65 a 74 años.
El doctor Ramón Cisterna, jefe del Servicio de Microbiología Clínica y Control de la Infección del Hospital de Basurto en Vizcaya, explica, que se trata de una vacuna «efectiva y segura que impide que el virus que ya tenemos en nuestro organismo se reactive. Nos refuerza la inmunidad».
La prevención de estas dos enfermedades a través de la vacunación contribuirá a mejorar el bienestar de las personas mayores de 50 años, evitándoles enfermedades dolorosas y debilitantes que afectan seriamente a su vida diaria, su productividad laboral, su contribución económico-social, al mismo tiempo que reducirá la presión sobre los sistemas sanitarios al reducir el uso de recursos asistenciales, incluyendo tratamientos.