Conocer de qué manera los alimentos enriquecidos pueden mejorar la salud y el bienestar de las personas es algo de lo que se encarga el proyecto europeo Pathway-7, en el que participa el Centro Tecnológico valenciano Ainia. Para ello, se llevará a cabo un estudio que utilizará tres compuestos bioactivos (ácido docosahexaenoico DHA - , beta - glucano - BG , y antocianinas - AC) en el pan, un lácteo y el huevo —los resultados serán extrapolables a otros alimentos—.
Además de entender mejor los beneficios y mecanismos de acción de los compuestos bioactivos y su impacto en la salud, el proyecto Pathway-7 establecerá buenas prácticas para la elaboración y comercialización de estos alimentos, de modo que los acercará a los consumidores.
¿Por qué este interés en crear alimentos más saludables?
Para la industria alimentaria conseguir mejores formulaciones de alimentos enriquecidos con un impacto positivo científicamente demostrado en la salud supone un reto y una responsabilidad; desde la elección del ingrediente o compuesto bioactivo, hasta la comercialización del alimento en el lineal de los supermercados.
El motivo es que vivimos en una sociedad en la que cada vez es mayor la incidencia de la obesidad tanto en la población adulta como en la infantil; lo que deriva en un incremento de enfermedades de mayor gravedad como son la diabetes, la hipertensión o diversas cardiopatías. Por ello, y teniendo en cuenta la influencia de la dieta en la salud, existe un progresivo interés tanto de los organismos de salud pública como de los consumidores por adquirir alimentos más saludables.
Pero se hace necesario integrar los resultados científicos y tecnológicos obtenidos para establecer y validar marcadores biológicos sobre los que fundamentar las alegaciones nutricionales y de propiedades saludables en los alimentos enriquecidos. Una garantía de que el producto, de verdad, cumple lo que promete.