«Hoy en día no se entiende una enfermedad que no lleve aparejado un tratamiento del dolor, lo que supone, sin duda, una mejora de la calidad de vida de los pacientes». Con estas palabras el doctor José de Andrés, jefe de servicio de Anestesia, Reanimación y Tratamiento del Dolor del Hospital General Universitario de Valencia, inauguraba ayer la IX Jornada Anual ‘El dolor es evitable’, de la Fundación Valencia de Estudios Avanzados.
En ella diferentes expertos abordaron los nuevos tratamientos que en torno a este tema se están investigando, así como la detección del mismo.
Para ello, el doctor Gracián García, ingeniero del Grupo Hospitalario Quirón de Valencia, explicó cómo han evolucionado las técnicas de imagen y cómo la resonancia magnética funcional puede proporcionar información sobre los centros cerebrales y las vías de transmisión del dolor: «Hoy en día existen numerosas aplicaciones de técnicas funcionales de resonancia magnética en tratamiento del dolor».
Las novedades en el control del dolor
Sobre las propuestas emergentes para ese control del dolor que hagan que los pacientes lleven una mejor calidad de vida, cabe destacar las anunciadas por el investigador del departamento de Farmacología, Pediatría y Química Orgánica de la Universidad Miguel Hernández Jorge Manzanares.
Este experto, que investiga con cannabinoides endógenos, explicó cómo estos se han revelado como un sistema de neuromodulación central y periférico. «Llevamos más de 20 años estudiando el sistema cannabinoide, un sistema nuevo que podría utilizarse con fines terapéuticos, especialmente, en dolores como los artríticos o los neuropáticos, sobre los que la farmacología actual no presenta buenas soluciones». Para el doctor, «actualmente utilizamos opioides todos los días para tratar el dolor crónico grave si bien estos tienen efectos secundarios. Los cannabinoides, para los que ya se están realizando ensayos en algunas empresas farmacéuticas, podrían ser utilizados en combinación con los opioides reduciendo estos efectos».
Los efectos secundarios a los que se refieren en el caso de los analgésicos opioides son náuseas, vómitos, mareos, algunos problemas intestinales como el extreñimiento y depresión respiratoira relacionada casi siempre con dosis demasiado altas o pacientes hipersenibles.
Otra línea de investigación es en la que trabaja el doctor Lluis Orozco, director científico del Institut de Teràpia Regenerativa Tissular de Barcelona, quién avanzó los últimos resultados de la novedosas terapias de células madre aplicadas al tratamiento de la artrosis.
El doctor Orozco explica que para realizar estos tratamientos se utilizan las conocidas como células madre mesenquimales, que se extraen del tejido adiposo de la médula ósea. Después de varios procesos en el laboratorio se concentran estas células especiales y se inyectan del orden de varios millones en el cartílago afectado por la artrosis. Las características de estas células mesenquimales, entre las que se encuentran la proliferación y la desinflamación, permiten que después de 12 meses de tratamiento se haya obtenido en los estudios una tendencia clara a la mejoría del dolor en los pacientes estudiados.
Por su parte la doctora Hatice Kumru, especialista de la unidad de Neurología del Instituto Guttman de Barcelona, expuso los avances conseguidos en los tratamientos de estimulación cerebral no invasiva.
Para ello se centró en dos técnicas: la estimulación magnética transcraneal y la estimulación transcraneal de corriente directa, unos tratamientos con los que se ha conseguido paliar el dolor y obtener efectos positivos en diversas enfermedades como el Parkinson, la fibromialgia o el síndrome de dolor regional complejo.