La industria farmacéutica absorbe y crea casi la mitad del empleo muy cualificado, estable y de alta productividad, que exigen los sectores de alta tecnología en España. Es competitiva en los mercados internacionales: se ha convertido en el cuarto sector exportador, un gran salto desde que aparecía en el undécimo puesto en el año 2000. A pesar de la crisis, ha aumentado su producción y está más del 70% por encima de la media de productividad de la industria manufacturera española.
En este marco de competitividad, se presentó el nuevo plan de la industria para reforzar la producción, la internacionalización y la I+D, dentro de la Jornada “Un Nuevo Profarma: Un Nuevo Impulso a la Competitividad de la Industria Farmacéutica”, con la presencia del ministro de Industria, Energía y Comercio, José Manuel Soria; la secretaria de Estado de Investigación, Desarrollo e Innovación, Carmen Vela; y la secretaria general de Sanidad y Consumo, Pilar Farjas.
“Merece la pena apostar por la industria farmacéutica”, aseguró Elvira Sanz, presidenta de Farmaindustria, durante el acto de inauguración de las jornadas. “No debe ser excusa la situación difícil que vive el país porque no se trata de inyectar recursos a este sector, se trata de actuar entre todos de forma conjunta, comprometida e inteligente. Si se respeta la innovación en materia de propiedad industrial y acceso al mercado, se genera un escenario de certidumbre normativa y se crean estímulos”.
Más recursos en I+D, mejores resultados en salud
Ante las medidas de política farmacéutica adoptadas en los últimos años para reducir el déficit público, Sanz se mostró confiada en lograr compatibilizar la sostenibilidad de las cuentas públicas con el desarrollo de este sector industrial.
Con casi el 20% de toda la inversión en I+D industrial que se realiza en España, el sector farmacéutico es líder en este tipo de actividades. Dos terceras partes de las compañías farmacéuticas llevan a cabo actividades de I+D, más de 4.300 personas se dedican a estas actividades, y es un gran dinamizador de la I+D biomédica pública.
“No creo que haya otro sector de la actividad económica en nuestro país con una aportación tan diversa, tan determinante y de tanto valor añadido como el farmacéutico”, señaló Sanz, quien recordó el aporte económico que hacen a la sanidad pública: la innovación genera un ahorro neto de recursos y revierte en unos mejores resultados en salud.