La Esclerosis Múltiple, de un vistazo
Hasta 2,5 millones de personas en todo el mundo están afectadas por Esclerosis Múltiple (EM), con mayor frecuencia personas jóvenes de entre 20 y 40 años de edad. Además, es la segunda causa de discapacidad más frecuente en adultos jóvenes, entre los 30 y 40 años, por detrás de los accidentes de tráfico, y su impacto sobre la calidad de vida es muy alto, reduciéndose la esperanza de vida al equivalente de 3 ó 4 meses cada año.
Aunque se desconoce su causa exacta, la Esclerosis Múltiple es una enfermedad autoinmune del sistema nervioso central que hace que el cuerpo se vuelva contra sí mismo al confundir células normales con células exógenas.
Por ello, el sistema inmunitario ataca la capa de grasa que rodea y protege las fibras nerviosas, denominada mielina, provocando inflamación. Estos daños neuroinflamatorios pueden producirse en cualquier área del cerebro, el nervio óptico y la médula espinal y pueden provocar una serie de problemas físicos y mentales que incluyen la pérdida de fuerza y control muscular, visión, equilibrio, función sensorial y funciones mentales.
Para «favorecer el intercambio de experiencias y mejorar la salud del paciente», tal y como señala el doctor José Ramón Lorenzo González, Jefe del Servicio de Neurología del Hospital POVISA de Vigo, más de 80 médicos especialistas en Neurología se han reunido en la segunda edición de los Encuentros en Esclerosis Múltiple, unas jornadas organizadas por el Hospital POVISA de Vigo con la colaboración de del Complejo Hospitalario Universitario de Santiago (CHUS), el Complejo Hospitalario Universitario de Vigo (CHUVI) y Novartis.
«En la mayoría de los hospitales españoles no existen unidades que se dediquen exclusivamente al estudio y tratamiento de la EM, por lo que continuamente surgen dudas. En este sentido, encuentros como este permiten intercambiar ideas, impresiones y dudas que surgen en la práctica diaria, con el objetivo de que los profesionales puedan seguir creciendo y formándose en la material», afirma el doctor González.
Tener una misma línea de actuación en cuanto a la aplicación de criterios diagnósticos, valorar cuándo es adecuado comenzar a tratar a un paciente, en qué momento es necesario cambiar ese tratamiento y qué combinaciones funcionan mejor son algunos de los puntos clave observados por los expertos, que sobre todo destacan la importancia de las nuevas tecnologías para la investigación de la EM.
Optimizar el uso de la resonancia magnética
La innovación tecnológica es «fundamental para el avance de la ciencia en general y para mejorar el conocimiento de cualquier enfermedad. Pero «sus aplicaciones se hacen especialmente importantes en patologías como la EM, una enfermedad de la cual se desconoce la causa y los mecanismos patogénicos, y de la que no disponemos en el momento actual de tratamientos curativos. De este modo, gracias a tecnologías como la resonancia magnética podemos conocer mejor cómo se desarrolla la enfermedad en cada paciente y, en consecuencia, cómo debemos tratarla», explica el experto.
Por ello para los neurólogos es tan importante optimizar su uso, puesto que se trata de una herramienta fundamental tanto en el diagnóstico como a la hora de determinar cómo va a evolucionar la enfermedad.
En relación a la evolución de las investigaciones el doctor González admite que «es difícil determinar en qué punto se encuentra puesto que no tenemos puntos de referencia. Sin embargo, lo importante es que se está trabajando y evolucionando a buen ritmo, puesto que hay que tener en cuenta que la experimentación en neurología es limitada por una cuestión de ética».
Otro de los temas analizados en la reunión ha hecho referencia a los últimos avances y a los retos de futuro en el abordaje de esta enfermedad, haciendo especial hincapié en la mejora de la seguridad del primer medicamento oral para el tratamiento de la Esclerosis Múltiple que ha mostrado una reducción temprana y consistente en la pérdida de volumen cerebral.
Respecto a los retos del futuro en el tratamiento de la EM el el doctor González afirma que «es necesario seguir investigando para desentrañar todos los misterios que rodean la EM para poder controlar los afectados desde un principio y mejorar, de esta forma, su calidad de vida sustancialmente».