
El tumor maligno conocido como neuroblastoma (NBL) afecta a uno de cada 100.000 niños, pero, a pesar de esta escasa incidencia, es el más común en los bebés y el tercero en frecuencia durante la edad pediátrica, especialmente durante los primeros 2 años de vida. Ahora, el Grupo de Investigación Traslacional del Cáncer en la infancia del Vall d'Hebron Institut de Recerca (VHIR) realiza una investigación, dirigida por el doctor Josep Sánchez de Toledo, para hallar una nueva terapia contra los NBL más agresivos.
Se trata de utilizar los microRNAs como herramientas terapéuticas contra aquellos tumores malignos que son muy resistentes a la quimioterapia.
Pero ¿qué son los microRNAs? “Son pequeñas moléculas que regulan la expresión génica”, explican desde el VHIR. “Todo apunta a que su papel es clave en muchos procesos celulares, especialmente en el proceso que conduce a la iniciación y progresión de los tumores”. El objetivo es lograr la restauración de sus niveles en las células de neuroblastoma. Y luego supervisar la respuesta, ya sea que se haga esta terapia sola o en combinación con terapias que se utilizan actualmente.
Útiles para el diagnostico y el tratamiento
“Todos los conocimientos que se tienen sobre microRNAs se conjugarán para desarrollar una herramienta terapéutica basada en nanopartículas dirigibles específicamente hacia las células del neuroblastoma en vivo y modular la expresión de los genes necesarios para obtener una mejor respuesta terapéutica, como si se tratara de un caballo de Troya", dice el doctor Miguel Segura, coordinador del estudio. Los microRNAs son también posibles marcadores moleculares de pronóstico y se estudia si podrán ayudar a determinar el grado de agresividad del tumor o su posible respuesta al tratamiento.